Tras la reciente aprobación en el Senado provincial de la ley que autoriza al Ejecutivo a realizar el pago de las acciones de Edesa que reclamaban los exobreros de la compañía beneficiados con el Programa de Propiedad Participada (PPP), el obispo de Orán, monseñor Marcelo Colombo se refirió al impacto social de la medida.
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Tras la reciente aprobación en el Senado provincial de la ley que autoriza al Ejecutivo a realizar el pago de las acciones de Edesa que reclamaban los exobreros de la compañía beneficiados con el Programa de Propiedad Participada (PPP), el obispo de Orán, monseñor Marcelo Colombo se refirió al impacto social de la medida.
Señaló además que sus reclamos a la Cámara de Diputados cuando el proyecto estaba en trámite, de ningún modo pretendían interferir en el accionar de ese poder del Estado, sino que en aquel momento expresó el sentir de centenares de familias que dependían de una rápida resolución de la problemática para poder afrontar con mayor serenidad su futuro.
¿Está satisfecho con la sanción de la ley a favor de los exempleados de Edesa?
Estoy muy contento, porque de esta manera comienza a encaminarse la situación de casi 700 familias, muchas de las cuales están en la indigencia o con serios problemas personales o de salud a partir de la pérdida de su fuente de trabajo, allá por el año 1994.
¿Usted se enojó con los diputados?
Se pudo haber mal interpretado mi pedido en ocasión del Tedeum del 25 de mayo.
De ningún modo quería yo interferir en el normal desempeño de los señores legisladores.
Por el contrario, en el mismo Tedeum afirmé el valor de las instituciones y la importancia de que actuaran en este caso con suma celeridad, para no dilatar la solución anhelada por la gente. Quedan para el recuerdo los exabruptos, serán parte de la anécdota.
Lo importante es que tenemos ley y que muchas familias comienzan a mirar con mayor serenidad su futuro.
¿Esta norma, es la solución?
En realidad esta ley es parte de la solución. Era imprescindible contar con este instrumento legal. Pero falta todavía definir el modo en que se efectivizará el pago de los dividendos que pudieran corresponderles a estos trabajadores.
Algunos legisladores señalaron que la Iglesia quería hacer política. ¿Esto es así?
De ninguna manera intervenimos en política de un modo directo, sino a través de los mismos cristianos, que son Iglesia, que votan, que se expresan, que actúan en política o ejercen responsabilidades públicas o luchan por el bien común en su ámbito de trabajo, de estudio o de resonancia social.
En el caso de los pastores, nos toca señalar los grandes principios relacionados con la verdad, con la justicia, con la paz, con el bien integral de la gente.
Cuando nos referimos a algo concreto como pasó en este caso, es porque vemos que está muy comprometido el bien de las personas, sus vidas, su salud, su misma supervivencia.
Entonces, ¿cuál es el rol más allá de lo religioso?
No nos toca ser ni la oposición, ni parte del gobierno. Somos ciudadanos y, como tales, nos expresamos, cuidando de no interferir o estorbar. Mucho menos tener actitudes que puedan dañar injustamente la credibilidad de personas o instituciones.
A veces la realidad nos urge, nos impone expresarnos, decir las cosas; con respeto, pero decirlas y no callar.
Estamos para aportar, para construir, para sumar en el camino del bien común. La nuestra es una provincia maravillosa y no podemos darnos el lujo de fallar cuando se trata de la vida de la gente que la habita.