Sin dudas que los nuevos pasos dados por el Gobierno avecinan un nuevo escenario, donde la pesificación juega un rol fundamental. Claro que sería interesante preguntarse cuáles serán los principales efectos de la decisión adoptada, o en otras palabras, quiénes resultarán perjudicados con la medida. Recientemente, un trabajo del Centro de Estudios de la Nueva Mayoría de la Universidad de Belgrano propone interesantes conclusiones.
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Sin dudas que los nuevos pasos dados por el Gobierno avecinan un nuevo escenario, donde la pesificación juega un rol fundamental. Claro que sería interesante preguntarse cuáles serán los principales efectos de la decisión adoptada, o en otras palabras, quiénes resultarán perjudicados con la medida. Recientemente, un trabajo del Centro de Estudios de la Nueva Mayoría de la Universidad de Belgrano propone interesantes conclusiones.
Destaca que un primer efecto lo sufrirá la paralización del mercado de inmuebles usados. Difícilmente alguien esté dispuesto a deshacerse de sus ahorros en dólares para adquirir un inmueble a menos que su precio sea extremadamente tentador. Por otra parte, tampoco son muchos los propietarios que estarán dispuestos a desprenderse de un inmueble a cambio de pesos. Por tanto, la demanda como la oferta de inmuebles usados caerá significativamente.
Esto tendrá un efecto negativo sobre la construcción: la compra de un inmueble nuevo generalmente va unida a la venta de uno usado del cual el comprador necesita desprenderse. Sin embargo, cabe esperar otro efecto sobre la construcción, de signo positivo. La construcción ha quedado como uno de los escasos nichos que pueden absorber ahorros en pesos. Sin dudas que algo similar ocurre en el sector automotor, aunque está visto que la pesificación se cerrará en cerca de los $ 6, un precio que alcanza para recompensar los malos momentos.