Con diversas actividades educativas, religiosas, recreativas y culturales, la comunidad del colegio de Jesús comenzó a celebrar sus 125 años en Salta educando a señoritas. Y ya se preparan para el acto central que se realizará en octubre, mes en el que la institución cumple el nuevo aniversario.
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Con diversas actividades educativas, religiosas, recreativas y culturales, la comunidad del colegio de Jesús comenzó a celebrar sus 125 años en Salta educando a señoritas. Y ya se preparan para el acto central que se realizará en octubre, mes en el que la institución cumple el nuevo aniversario.
Al colegio de Jesús asisten en total 1.430 alumnas: 136 en el nivel inicial, 464 en la primaria, 284 en la secundaria, 438 en el terciario (profesorados de educación inicial y primaria) y 108 en la academia de manualidades. Cuenta con un plantel docente y administrativo de 184 personas.
La directora de la primaria, Estela Arias de Caliba, destacó que “gracias al carisma de las hermanas, que se supera y recrea a medida que pasa el tiempo, el colegio se mantiene firme en la actualidad. Al echar la mirada hacia atrás, con orgullo podemos afirmar que en nuestra institución se educaron varias generaciones de niñas y señoritas”.
Arias de Caliba es un claro ejemplo. Es exalumna, se formó como docente en el Jesús, y también sus dos hijas pasaron por las aulas del colegio.
Con esa nostalgia y amor se refirió a los desafíos actuales. “Uno va viendo las necesidades que aparecen. No estamos en una burbuja, creo que tenemos que ser capaces de mantenernos firmes en nuestros valores y estilos de vida. Es lo que tratamos de inculcarles a las chicas”, señaló la directiva.
Un poco de historia
El 14 de agosto de 1824 se fundaba en Salta la casa de educandas con la ayuda de la generosa donación de una dama ilustre: doña Manuela Martínez de Tineo, quien se entregó a la vida religiosa. El establecimiento de las carmelitas, que se hacía llamar “Comunidad de Jesús y María”, se mantuvo durante más de 40 años.
Ante la falta de vocaciones, las hermanas plantearon a las autoridades eclesiásticas el 26 de agosto de 1887 incorporarse a otra congregación religiosa (la de las Esclavas del Corazón de Jesús) para no tener que cerrar la casa en Salta.
El vicario capitular de Córdoba, Uladislao Castellano, autorizó el pedido. Las hermanas llegaron con la buena nueva a Salta el 8 de octubre de 1887.
A su vez, las hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (argentinas) fueron fundadas por la madre Catalina de María Rodríguez (1823-1896), una monja cordobesa. El carisma que transmiten es: “El amor y reparación al corazón de Jesús y la restauración del rostro de Jesús en el hermano”. Desempeñan misiones en casas de ejercicios; hogares de niñas, centros de misión y colegios.