Con 46 años, dirige la mayor operadora de comunicaciones móviles de la Argentina, que tiene más de 4.000 empleados y 18,7 millones de clientes.
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Con 46 años, dirige la mayor operadora de comunicaciones móviles de la Argentina, que tiene más de 4.000 empleados y 18,7 millones de clientes.
El Tribuno consultó al ingeniero en electrónica de la UBA sobre la actualidad de la red de telefonía móvil, el recambio de antenas y los planes de inversión para mejorar los servicios de voz, contenidos de internet en celulares y el sistema wi-fi en la provincia.
Con 750 mil clientes y un 50% de participación en el mercado local, Personal concentra también una alta proporción de los reclamos ¿Qué se está haciendo para atenderlos?
Hace pocos días hemos terminado en la ciudad de Salta un recambio tecnológico que estamos extendiendo al resto de la provincia. Se trata, básicamente, de una modernización de antenas y radiobases. Esta tecnología había sido instalada entre 2005 y 2007, pero se decidió dar un salto tecnológico que nos permitirá asignar capacidad para una mayor cantidad de clientes, en forma automática, en cada uno de los sitios. Con este plan, y la complementación de algunas rutas de fibra óptica que garantizarán la continuidad de las comunicaciones, hablamos de $100 millones invertidos este año.
¿Cómo calificaría usted al servicio de telefonía móvil que reciben los usuarios salteños?
Nosotros ponemos mucho esfuerzo para dar el mejor servicio posible, porque el cliente que es quien define el futuro de nuestra compañía en un mercado altamente competitivo, donde siempre tuvo la libertad de cambiar de operador, y ahora con la posibilidad de hacerlo manteniendo su número. La portabilidad numérica se lanzó a fines de marzo y desde entonces la mayor cantidad de clientes netos ha migrado hacia Personal. Es un buen indicador para nosotros, pero sabemos que hay espacios para mejorar y somos muy conscientes de que hemos tenido problemas de calidad en la provincia. Por eso, y como parte de planes de inversión específicos, hemos iniciado en la Capital, Orán y Tartagal una modernización de la red de telefonía móvil que se extenderá al resto de la provincia hasta marzo de 2013.
Según las proyecciones, en tres años Salta necesitará el doble de antenas y radiobases ¿Es posible duplicar los sitios en ese tiempo?
Esa es la idea y es lo que tenemos previsto en el plan de inversiones. Es un fuerte desafío no sólo para la empresa, sino compartido con los municipios y las comunidades, porque para poder crecer en capacidad y prestaciones deben incorporarse nuevos sitios, nuevas antenas, que requieren de acuerdos y autorizaciones en diferentes localidades.
¿Es posible llegar a tener wi-fi en toda la provincia?
El wi-fi es una tecnología complementaria. No es imaginable y no se da en ningún mercado del mundo como sustituto de una cobertura más capilar y masiva como la del celular. La tecnología no lo permite. Lo que sí crece cada vez más es el wi-fi en los hogares y lugares públicos, como restaurantes, hoteles, oficinas y últimamente, como tendencia mundial, también en plazas.
Desde sus alturas hasta el chaco, Salta tiene muchos parajes incomunicados ¿Por qué no se llega a esas comunidades pese a las nuevas tecnologías de las que se dispone hoy?
En la provincia de Salta, históricamente, hemos hecho muchos proyectos para llegar a comunidades cuya única alternativa de comunicación es nuestro servicio. En las alturas, tenemos antenas como la de Iruya y estamos por inaugurar un nuevo sitio para sectores de explotación minera. Siempre buscamos alternativas para llegar a zonas alejadas, pero no es sencillo desde el punto de vista técnico, porque la geografía de Salta es muy compleja. Cuando uno piensa en las antenas o las radiobases instaladas en los cerros, debe tener en cuenta que a esas instalaciones hay que alimentarlas con generadores, con combustible, porque allá la energía eléctrica no llega.
Acabamos de presentar un proyecto a la Secretaría de Comunicaciones para darle servicios de telefonía fija y de datos, a través de la red celular, a localidades que hoy no tienen ningún tipo de comunicaciones.
¿Hablamos de localidades salteñas?
Estamos hablando, concretamente, de la provincia de Salta.
El norte es rico en litio ¿Se puede fabricar baterías para celulares en el país con el estratégico mineral que hoy se exporta sin valor agregado?
Es factible, porque el consumo interno en Argentina es importante. En Tierra del Fuego se producen los celulares que abastecen a todo el mercado interno. Hablamos de un mercado que consume cerca de 10 millones de celulares por año. Tenemos la ventaja de contar con los minerales y un mercado interno que ya alcanzó un peso relativo importante, además de la posibilidad de exportar. Entiendo que hay proyectos en evaluación tanto para la fabricación de baterías como de otros componentes para celulares.
En 2002, en plena crisis, había en el país 25 teléfonos celulares cada cien habitantes. Hoy son 130 cada cien. ¿Cómo se explica semejante salto?
Es difícil imaginar proyecciones así, pero el mercado argentino siempre sorprende a nivel internacional por la velocidad de adopción de servicios. Cuando la economía empezó a recuperarse tras la crisis, fuimos el sector que más rápidamente evidenció ese crecimiento y llegamos rápidamente a niveles de penetración de países europeos. Además de eso, y lo que es muy notable respecto del resto de Latinoamérica, es el crecimiento de los servicios de datos e internet móvil, que representan hoy el 52% de los ingresos de nuestra compañía. Esto nos demuestra que tenemos en el país una alta capacidad de adopción de nuevas pautas culturales relacionadas con la tecnología. Por eso, los recambios tecnológicos que iniciamos en esta provincia apuntan a ampliar la capacidad de navegación en Internet desde celulares.
¿Hasta qué punto podría ampliarse el actual techo de penetración que tiene la telefonía móvil?
Cuando se llega a estos niveles de penetración, además de individuos, tiene la conectividad de los automóviles, las computadoras, las tablets. La capacidad para crecer va mucho más allá de lo que comúnmente se usa como indicador de penetración, que es la cantidad de líneas por cada cien habitantes. Más que el aumento de líneas, importa el crecimiento en tipos de servicios. Hoy el trafico de datos se duplica en menos de un año.