En algunas ciudades la comercialización de pequeñas propiedades mantiene, no obstante, un nivel parejo de actividad.
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En algunas ciudades la comercialización de pequeñas propiedades mantiene, no obstante, un nivel parejo de actividad.
En Rosario de Lerma fuentes consultadas señalaron que la compra- venta de pequeñas propiedades continúa sin problemas.
“Hay demanda de pequeños terrenos y propiedades, tanto de rosarinos como de capitalinos que buscan tener algo en el interior”, destacaron. El nivel de arriendo de fincas también se mantiene constante y lidera las operaciones inmobiliarias en una ciudad con una fuerte actividad agrícola.
Cabe destacar que la mayoría de las operaciones se realizan principalmente entre particulares o con intervención de inmobiliarias de capital.
Por su parte, en Cafayate cayó la comercialización de grandes extensiones de tierra, tendencia que comenzó en 2011. No obstante, el panorama cambia en cuanto a la compraventa de propiedades cuyos valores son inferiores a 150 mil pesos. En este rubro el nivel de actividad en lo que va del año es similar al de 2011. Así lo indicó José Ignacio Marchesini, propietario de una inmobiliaria local.
“La compra y venta de pequeñas viviendas o terrenos continúa sin problemas en la zona, alentados por la gran actividad turística de la región. Para la gente, contar con un inmueble en Cafayate es una inversión por la gran afluencias de turistas”, destacó.
Los alquileres
Con respecto a los alquileres, afirmó que la situación es compleja. “Hay demanda, pero no oferta, ya que la mayoría de la gente de la ciudad cuenta con un solo inmueble y, si decide alquilar, lo hace a turistas. Hace poco se abrió un juzgado y el personal, que venía de afuera, no encontraba lugar para asentarse”, afirmó.
El corredor inmobiliario confía, no obstante, en que cuando se disipe el tema del dólar la gente se animará a invertir más en el rubro.
“La gente no confía en el peso”
Consultado sobre la realidad del sector en las distintas ciudades salteñas, el corredor inmobiliario Felipe Biella señaló que el interior no escapa a la crisis que se vive en los grande centros urbanos de todo el país.
“La caída de la actividad es importante, al igual que en la construcción. Si bien no tenemos aún índices y datos concretos elaborados, los corredores del interior nos señalan que la actividad está casi paralizada”, destacó.
“Las ciudades más perjudicadas son Orán, Rosario de la Frontera, Metán y Tartagal, porque son mercados donde había una mayor actividad. En los centros urbanos más chicos el impacto fue menor”, afirmó.
Destacó que la venta de tierras disminuyó sustantivamente en toda la provincia, principalmente por la falta de confianza de la gente en el peso y el nivel de inflación actual.
“Cualquier inversión en pesos sin reinvertirse en el corto plazo, y con el nivel de inflación actual, es una descapitalización. La gente no confía en el peso por la pérdida de valor de la moneda ante los índices inflacionarios actuales, que llegan al 30% anual. Por eso la gente quiere vender en dólares, pero no al precio oficial. Si tuviéramos una inflación normal de 6 puntos anuales el panorama sería otro”, señaló.
Biella afirmó que el panorama a futuro es complejo. “El largo plazo dependerá de que el Gobierno evalúe y cambie su política macroeconómica”, dijo.
Biella destacó que en el último trimestre la mano de obra se incrementó un 25%, en tanto que los materiales llegaron a tener una suba de hasta el 30%. Advirtió que ello repercutirá negativamente en quienes accedan a créditos de vivienda.
“Quienes se beneficien con los créditos del Gobierno para la construcción de viviendas solo podrán edificar el 60% de lo proyectado, debido a los incesantes aumentos en la construcción. En solo un mes el costo de la construcción rondará 6 puntos. De un mes a otro, si el pago de la quincena era de $10 mil, ahora será de $12.500”, señaló.
Felipe Biella es director de la inmobiliaria Biella y, además, docente de Economía en la UNSa.