Un psicópata no se entera a los 50 años de que lo es... lo ha sido siempre, pero de alguna manera lo ha controlado o bien se ha mantenido dentro del círculo íntimo que lo ha limitado. Pero, por algún motivo, en un momento especial, esto sale y lo lleva a perder el foco de la realidad. No es llamativo que los parientes y amigos de la pareja Ramírez-Merchak sostengan no haber visto hechos violentos, ya que, en general, estas personas mantienen la violencia contra sus seres más cercanos en la intimidad del hogar. Tampoco es llamativo que el sacerdote que asiste a la familia, Mauricio Jacques, sea el único que refirió que Ramírez “tenía mal carácter, era explosivo y que dejaba de lado a su mujer”. El psicólogo forense Gonzalo Torrealba dijo que este hecho se enmarca en la “celotipia (celos patológicos), que lleva al sujeto a perder el foco objetivo de la realidad, por lo que empiezan múltiples delirios temporales y circunstanciales y comienzan a exacerbarse...”. Torrealba agregó que a nivel social y formal “los elementos celotípicos se reprimen, pero se mantienen y aumentan paulatinamente hasta estallar, como parece ser este caso”.
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Un psicópata no se entera a los 50 años de que lo es... lo ha sido siempre, pero de alguna manera lo ha controlado o bien se ha mantenido dentro del círculo íntimo que lo ha limitado. Pero, por algún motivo, en un momento especial, esto sale y lo lleva a perder el foco de la realidad. No es llamativo que los parientes y amigos de la pareja Ramírez-Merchak sostengan no haber visto hechos violentos, ya que, en general, estas personas mantienen la violencia contra sus seres más cercanos en la intimidad del hogar. Tampoco es llamativo que el sacerdote que asiste a la familia, Mauricio Jacques, sea el único que refirió que Ramírez “tenía mal carácter, era explosivo y que dejaba de lado a su mujer”. El psicólogo forense Gonzalo Torrealba dijo que este hecho se enmarca en la “celotipia (celos patológicos), que lleva al sujeto a perder el foco objetivo de la realidad, por lo que empiezan múltiples delirios temporales y circunstanciales y comienzan a exacerbarse...”. Torrealba agregó que a nivel social y formal “los elementos celotípicos se reprimen, pero se mantienen y aumentan paulatinamente hasta estallar, como parece ser este caso”.