Un tratamiento de fecundación puede costar de 30.000 a 40.000 pesos en Salta según informaron mujeres que buscan tener hijos. Por el alto costo de estas terapias, una organización local impulsa que se apruebe una ley provincial que las reconozca de manera gratuita.
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Un tratamiento de fecundación puede costar de 30.000 a 40.000 pesos en Salta según informaron mujeres que buscan tener hijos. Por el alto costo de estas terapias, una organización local impulsa que se apruebe una ley provincial que las reconozca de manera gratuita.
La Organización Mundial de la Salud estima que hay dificultades para concebir en una de cada seis parejas.
En el país ya tiene media sanción un proyecto de ley nacional para reconocer a la infertilidad como una enfermedad que requiere cobertura del Estado.
Pero la Fundación Salud y Vida demanda que se apruebe una norma provincial para agilizar la asistencia. Creen que pasará demasiado tiempo hasta que el tema se defina en el Congreso y se reglamente.
“Cada año que pasa es importante para una mujer que busca un embarazo por la calidad de los óvulos”, dijo a El Tribuno Verónica Rivero, presidenta de Salud y Vida.
Rivero destacó que los costos son casi imposibles de afrontar para la mayoría y que, además, no cubren un segundo intento cuando el primero fracasa.
“La infertilidad se debe reconocer como una enfermedad, lo que implica también ofrecer apoyo psicológico. Ser padres es un derecho”, manifestó la mujer.
La semana pasada, diputados locales se reunieron con referentes de Salud y Vida, organización que nuclea a parejas que luchan por el apoyo a las terapias para tener hijos.
Unirán proyectos locales
En Salta hay cuatro centros de reproducción asistida. Solo uno de ellos recibió 120 consultas entre enero y julio de 2012 de acuerdo a datos que se conocieron en los últimos días.
Muchas mujeres llegan a pagar la primera visita al médico para conocer cuál es el problema, pero después no se pueden seguir tratando por los precios.
“Las familias se endeudan y pasan años buscando formas de pago. Decidimos que no se puede vivir de esta forma y que se debe pelear por la atención del sistema sanitario”, sostuvo Verónica Rivero.
En la Cámara de Diputados de Salta ya se presentaron tres proyectos para reconocer la infertilidad.
La semana pasada, legisladores provinciales acordaron con representantes de Salud y Vida que se intentará unificar las tres iniciativas y apurar el debate sobre el tema.
Provincias como Buenos Aires ya tienen leyes que obligan a obras sociales y hospitales a reconocer la asistencia para fecundar. En esta jurisdicción, en 2011 nació el primer bebé concebido gracias a programas gratuitos.
El sistema, en Buenos Aires
La fertilización asistida es gratuita en Buenos Aires desde finales de 2010 por ley. En esa provincia las mujeres deben tener de 30 a 40 años para acceder al beneficio y pueden realizar hasta dos intentos sin costo.
Las parejas tienen la posibilidad de requerir los tratamientos en hospitales públicos si llevan dos años de residencia en la jurisdicción. Además, las obras sociales están obligadas a incorporar esta cobertura.
Se considera que las pacientes tienen menos posibilidades de embarazarse a partir de los 30 años, por eso esta edad es la mínima para entrar en el programa.
La Provincia cubre dos tratamientos para concebir, aunque un consejo consultivo puede evaluar la posibilidad conceder un tercer intento.
La Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción en junio de 2012 a un proyecto de ley que garantiza en todo el país el acceso a la reproducción asistida sin cargo.
La iniciativa incluye la infertilidad entre los problemas que deben tener respuesta del Programa Médico Obligatorio, pero aún debe tratarse en la Cámara de Senadores de la Nación.
El texto prevé que los hospitales y obras sociales brinden asistencia a las parejas que no logran un embarazo, al igual que la ley de Buenos Aires.
La propuesta contempla además la guarda de gametos o tejidos reproductivos para pacientes que sufran enfermedades por las cuales puedan ver comprometida su capacidad de procrear en el futuro.
También garantiza el derecho a los tratamientos para pacientes homosexuales y evita expresamente los requisitos que impliquen la exclusión debido a la orientación sexual o estado civil.