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Las causas de una verdadera tempestad de polvo y fuego

Miércoles, 19 de septiembre de 2012 20:36

El apacible Valle de Lerma se disfrazó de golpe de un escenario apocalíptico. Los cerros que cobijan la ciudad disparaban al cielo unas columnas de humo inmensas.

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El apacible Valle de Lerma se disfrazó de golpe de un escenario apocalíptico. Los cerros que cobijan la ciudad disparaban al cielo unas columnas de humo inmensas.

Las llamas corrían libres por distintos pastizales y un polvaredal cubría todo como una bruma de tierra. Las plazas parecían arrasadas y por los aires volaban bolsas de plástico que parecían tener vida.

Postes, cables, carteles y basura estaban fuera de su sitio a causa de un fenómeno que no es extraño, pero que ayer apareció con inusual bravura y sorpresa. El viento Zonda pasó por Salta, después de un largo recorrido, y en pocas horas se fue dejando todo alborotado.

El meteorólogo Ignacio Nieva explicó a El Tribuno las causas de la “tempestad de polvo” que ayer azotó a parte de la provincia.

“Se dieron una serie increíble de circunstancias. Ciertos factores son comunes en la región, pero cuando confluyen varios fenómenos sucede lo que todos vimos. Alta temperatura, baja humedad (ayer era del 0%) y viento sumamente intenso coincidieron sobre nosotros. Muchas veces vivimos esta situación, pero cuando se combinan los tres factores el fenómeno tiene otra envergadura”, explicó el especialista.

En el campo dicen que el Zonda irrita a los animales. Seca las fosas nasales y la garganta; germinan dolores de cabeza y el sueño se altera. “A los hombres nos pasa lo mismo, el viento nos afecta. Como los peces, encapsulados en el agua, que sufren alteraciones si algo pasa en su pecera, de la misma manera nosotros vivimos en un gran acuario de aire y toda modificación nos afecta”, dijo Nieva, el hombre que lleva los fenómenos meteorológicos hasta en el apellido.

“El efecto Zonda nace en el Pacífico y asciende por la cordillera, donde va dejando humedad y bajando su temperatura. Es lo que pasó en San Antonio de los Cobres, donde se registraron nevadas. Pero una vez que cruza las altas montañas empieza un descenso acelerado donde el viento se calienta un grado cada 100 metros a medida que baja, pero ya bastante seco, despojado de humedad”, dijo el didáctico experto. Muchas veces el Zonda pasa por nuestras cabezas sin hacer alboroto. Pero ayer, cuando cruzó la Puna, el viento encontró en el valle el caldo de cultivo ideal para desparramar sus travesuras.

“Desde el viernes que hay más de 30 grados de temperatura, baja presión y viento norte, que transporta aire caliente, a diferencia del viento sur que trae aire frío. Cuando pasó el Zonda encontró en el valle un aire liviano y seco que lo impulsó violentamente hacia abajo, por ser más denso. Por eso cuando el aire que estaba abajo subió y el que estaba arriba bajó se sintieron las ráfagas, como pulsaciones”, desarrolló Nieva.

Descenso brusco de la temperatura

A las 17 se registraban 34 grados de temperatura. Al cierre de esta edición no quedaban vestigios del viento cálido y el termómetro marcaba 11 grados, como si hubieran encendido un aire acondicionado gigante. “El efecto Zonda, de alguna manera, neutralizaba al viento fresco del sur. Pero cuando terminemos esta entrevista le puedo asegurar que la temperatura pasará de estar arriba de 30 a 10 grados”, dijo Ignacio Nieva con la precisión de un oráculo. “Desde anoche, se registraba arriba de los 5.000 metros se dio un fenómeno conocido como depresión de altura. El viento es como un río que viene por un llano, pero cuando da con una depresión de altura se vuelve como las aguas que encuentran una quebrada y bajan abruptamente en forma bravía. Pero ayer, a 12.000 metros, también se registraba otra particularidad: había corrientes de chorro, una corriente oceánica que forma como una autopista de viento que corre por el seno de la atmósfera. Todo eso, más la baja presión y el aire liviano que había en Salta hizo que el viento llegue con gran fuerza”, explicó.

El viento Zonda debe su nombre a la región de Cuyo, en San Juan. En Jujuy y Salta también se lo llama viento Norte. En la Patagonia le dicen Puelche. En Baja California, México es viento de Santa Ana y en Norteamérica, Chinook.

 “El efecto Zonda, de alguna manera, neutralizaba al viento fresco del sur. Cuando termine, la temperatura pasará de estar arriba de los 30 grados a un descenso hasta los 10 grados”.

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