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Música y danza como la fusión de los sentidos

Viernes, 21 de septiembre de 2012 22:20

La obra es un continuo musical de X-Centrics Dance Show. El grupo baila su banda sonora estridente en la sala de la Fundación Salta. Los bailarines entrenados al máximo, saltan en el piso, se elevan y con la fuerza del compás vencen la ley de la gravedad. Remarcan en el aire elipses y dibujos circulares. La idea y dirección general de Laura Dip, seguramente gustosa del vodebil y de la inolvidable película “Cabaret”, le imprime a su obra esa resonancia. Hay sátira, crítica social y una galaxia de bailarines que dicen cómo es el hombre y la mujer en la vida real. El erotismo no explícito y el romanticismo se alían a la música.

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La obra es un continuo musical de X-Centrics Dance Show. El grupo baila su banda sonora estridente en la sala de la Fundación Salta. Los bailarines entrenados al máximo, saltan en el piso, se elevan y con la fuerza del compás vencen la ley de la gravedad. Remarcan en el aire elipses y dibujos circulares. La idea y dirección general de Laura Dip, seguramente gustosa del vodebil y de la inolvidable película “Cabaret”, le imprime a su obra esa resonancia. Hay sátira, crítica social y una galaxia de bailarines que dicen cómo es el hombre y la mujer en la vida real. El erotismo no explícito y el romanticismo se alían a la música.

Sorprende cómo a un escenario se le instala una suerte de gimnasio imaginario, un fitness musicalizado de aptitudes para que el cuerpo sólido sea etéreo. Los bailarines insinúan a full las escenas de pura destreza física y de refinado erotismo. Las bailarinas, por su parte, están en roles cambiantes al ritmo de las canciones. Vuelan por los aires y los hombres las sujetan, las seducen con caricias imperceptibles, con la ilusión de que todo puede empezar en un encuentro amoroso. Anatole France decía que “es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel”. “Sexy, Sexy, Desire” podría valerse de esa descripción del escritor francés para integrar arte, mujeres y varones. Así es que puede compaginar música, actores danzantes y a un espectador que intuye a la sensualidad de la obra como metáfora escrita en la cadena de la estética y el teatro.

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