“Debe ser que Diosito ya está con mucha gente, por eso todavía no me quiere con él allá arriba”, reflexionó con picardía Francisca Celmira Tolaba de Ramos, quien ayer cumplió 103 años. Llamada cariñosamente Ita por su familia y el vecindario, llegó al mundo en 1909 con la primavera, en una finca de los cerros de Lesser. Así consta en su Libreta Cívica N§ 9.472.553, donde también figura que el 13 de agosto de 1939 se casó en el Registro Civil de San Lorenzo, acta N§72, con Felipe Ramos, fallecido en 1984.
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“Debe ser que Diosito ya está con mucha gente, por eso todavía no me quiere con él allá arriba”, reflexionó con picardía Francisca Celmira Tolaba de Ramos, quien ayer cumplió 103 años. Llamada cariñosamente Ita por su familia y el vecindario, llegó al mundo en 1909 con la primavera, en una finca de los cerros de Lesser. Así consta en su Libreta Cívica N§ 9.472.553, donde también figura que el 13 de agosto de 1939 se casó en el Registro Civil de San Lorenzo, acta N§72, con Felipe Ramos, fallecido en 1984.
El documento da cuenta de que votó en 36 ocasiones, la primera en 1951 y la última en octubre del año pasado. Por ello su familia cree que debe ser la electora más antigua del país, además de una paisana de ley que hasta los 75 años de edad, y a caballo, vendió por las calles de Salta queso, quesillo, berro y flores. Todo de su producción.
Familia supernumerosa
Según los registros de la familia, hasta ahora son 194 los descendientes directos de “la Ita”: 11 hijos, 40 nietos, 98 bisnietos y 45 tataranietos.
“Probablemente seamos más”, comentaron familiares a El Tribuno ya que hace 4 años aparecieron dos nietos, de otro matrimonio de un hijo de “la Ita”. También vienen más tataranietos en camino, uno nacerá el mes que viene.
“Estamos muy orgullosos de ella, es un puente de amor y de unión. No sé si hay otras familias que compartan tanto como la nuestra. Gracias a ella todos estamos en contacto”, comentó la nieta Patricia Ramos (38), recepcionista de un hotel en San Lorenzo y apoderada legal de Francisca.
Una mujer de campo
“Si bien es mi abuela, es también mi mamá porque me crió, y además mi comadre ya que es la madrina de 2 de mis 3 hijos”, continúa Patricia, quien definió a la cumpleañera como “una mujer muy trabajadora, 100 % de campo”.
Contó que desde jovencita fue doméstica en la finca Patrón Costas y que después de casarse con su abuelo se fue a vivir a Lesser.