La disputa judicial entre el club de Tiro y el ingenio San Isidro, por un predio de 8 hectáreas en General Gemes, tuvo su primer fallo a favor de la empresa azucarera.
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La disputa judicial entre el club de Tiro y el ingenio San Isidro, por un predio de 8 hectáreas en General Gemes, tuvo su primer fallo a favor de la empresa azucarera.
El club social y deportivo apeló la medida y espera una respuesta favorable en la instancia superior.
El terreno en cuestión está ubicado a medio kilómetro del acceso sur de la ciudad de General Gemes y hace varias décadas fue empleado para la práctica de tiro al blanco.
No obstante, cabe destacar que hace años que allí no se lleva adelante ninguna práctica deportiva.
La historia
Los terrenos fueron donados por el ingenio San Isidro, gracias a la gestión de Enrique Cornejo, a una de las primeras comisiones del Club de Tiro.
Luego de la quiebra del ingenio en los noventa, la empresa Emaisa adquirió todas las posesiones en un remate y decidió recuperar todo espacio disponible para el cultivo de la caña de azúcar. La medida incluyó al predio donado.
En 2006, maquinarias del ingenio intentaron ocupar las tierras para ararlas.
En forma inmediata, la comisión del club inició un juicio de posesión para recuperarlas, lo que se consiguió en forma provisoria.
Cabe destacar que nunca se realizó la escrituración del terreno por parte del ingenio y el club; solo existe una constancia de la donación, según señalaron fuentes consultadas.
Por su parte, la actual comisión comenzó a trabajar en la realización de algunas obras y elaboró un ambicioso proyecto para la futura construcción de un complejo polideportivo, que hasta el momento no se concretó.
“La Justicia no hizo lugar a la demanda de posesión, pero este fallo ya fue apelado. No creo que el club pierda el predio porque hay pruebas y testimonios sobre la donación. El error del juez fue interpretar que se trató de un juicio de escrituración”, expresó José Luis Valle, abogado defensor del club.
Sin espacios verdes
La ciudad de General Gemes no cuenta con espacios verdes para la práctica deportiva. Ante esto, el abogado Valle señaló que una expropiación también podría ser una solución a la disputa por las tierras supuestamente donadas por el ingenio azucarero.
“En este sentido deberían intervenir los legisladores, porque el beneficio es de contar con un amplio espacio de recreación para toda la comunidad”, destacó Valle.
Agregó también que el proceso de expropiación es mucho más rápido que un juicio de posesión. Además le permitiría a las autoridades invertir para construir allí un complejo polideportivo.