Una adolescente de 16 años fue a comprar pollo a un local comercial situado a tan solo dos cuadras de su casa y cuando regresaba fue interceptada por dos mujeres, una de las cuales la tomó con violencia de uno de sus brazos e intentó introducirla en un automóvil. La chica opuso resistencia y rápidamente la atacante extrajo de entre sus ropas una tijera y le cortó el cabello, llevándose un mechón de al menos 50 centímetros de largo. El episodio del cual no hay precedentes en la provincia, ocurrió ayer alrededor de las 12.40 en villa El Sol, en la zona este de la capital salteña.
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Una adolescente de 16 años fue a comprar pollo a un local comercial situado a tan solo dos cuadras de su casa y cuando regresaba fue interceptada por dos mujeres, una de las cuales la tomó con violencia de uno de sus brazos e intentó introducirla en un automóvil. La chica opuso resistencia y rápidamente la atacante extrajo de entre sus ropas una tijera y le cortó el cabello, llevándose un mechón de al menos 50 centímetros de largo. El episodio del cual no hay precedentes en la provincia, ocurrió ayer alrededor de las 12.40 en villa El Sol, en la zona este de la capital salteña.
Yanina había salido de su domicilio, en la calle Márquez al 2000, junto con sus dos hermanos Miriam (13) y Alfredo (10) a comprar. Se dirigieron a un local comercial situado en la avenida Gurruchaga, a dos cuadras de su casa. Cuando retornaban, fueron interceptados en una esquina por dos mujeres jóvenes, una robusta de pelo rubio y otra morocha, delgada y con flequillo.
Ambas caminaban detrás de los chicos, siguiéndolos en todo momento. “La rubia me agarró bien fuerte del brazo y me dijo “vamos para el auto”, yo no quería ir, forcejeé con ella y seguí caminando. Entonces sacó rápido una tijera, me agarró del cuello, me echó hacia atrás, la otra me sujetó y la que estaba atrás me cortó el pelo con una tijera grande que sacó no sé de dónde. Yo sentí mucho miedo”, dijo.
La atacante huyó con un mechón de 50 centímetros de cabello de la víctima en su mano.
En tanto, el hermano de las chicas divisó un Peugeot 207 negro estacionado a pocos metros. “Ellas andaban en ese auto, yo me di cuenta y empecé a gritar: Corramos para avisarle a la mami!, y les tiré piedras, no quería que se llevaran a mi hermana, quería que la suelten”, dijo el niño.
Las mujeres corrieron, ascendieron al vehículo y se dieron a la fuga.
Los hermanos retornaron a su casa y no deseaban contarle lo ocurrido a su madre para no preocuparla hasta que no aguantaron y relataron todo el suceso. Angélica Navarrete, de 39 años, la progenitora, radicó desesperada la denuncia en el destacamento de villa El Sol. Personal policial inició la búsqueda de las causantes y del vehículo por la zona, pero no obtuvo resultados.
Nueva modalidad delictiva
En los últimos meses aparecieron bandas de delincuentes en diferentes puntos del país, que se dedican a robarle el pelo a las mujeres y luego venderlo. Se denunciaron cientos de casos de mujeres que estaban caminando por la calle y fueron asaltadas por sujetos que directamente les cortaron el pelo, transformado en un botín muy preciado por su alto precio en un mercado creciente.