El segundo agosto más lluvioso en los últimos 60 años está causando estragos en la Provincia de Buenos Aires y los productores están preocupados porque podría resentirse la cadena productiva. Por ello, la Nación y la Provincia de Buenos Aires acordaron ayer la realización de un censo de los productores bonaerenses afectados por las últimas inundaciones, mientras continúan las lluvias intensas y es cada vez más grave la situación en diecisiete municipios, con 3,5 millones de hectáreas afectadas y pérdidas económicas que ascienden a 4.500 millones de pesos.
El Gobierno nacional y la Provincia admitieron que de los 29 millones de hectáreas de superficie total, se encuentran afectadas 3.519.201 hectáreas y ya se perdió un 14% del total sembrado de trigo y cebada. Mientras apicultura y ganadería registran bajas y del área sembrada de trigo y cebada de 3.028.030 hectáreas, hay 412.590 que se vieron afectadas.
“La ganadería ve su mayor perjuicio en la pérdida de superficie en pastoreo (pasturas verdeos y campo natural) y de terneros, en un momento en donde las vacas se encuentran en pleno proceso de parición”, señalaron los funcionarios.
Según se indicó, el censo servirá para “organizar y establecer prioridades en la instrumentación de las herramientas de apoyo deberá estar concluido para el próximo miércoles 12 de septiembre”.
El ministro de Agricultura bonaerense, Gustavo Arrieta consideró que “si no se hubieran hecho las obras públicas que hicimos en los últimos años, estaríamos mucho peor”.
“Cada productor afectado debe ir a su municipio y llenar una declaración jurada muy simple para pedir acogerse en el mecanismo de emergencia o desastre, según corresponda. En algunos casos se prorrogan las deudas bancarias y los impuestos, y en otros, los de zona de desastre, se prorrogan por más plazos los vencimientos y en la mayoría se anula el pago”, explicó el funcionario.
Hasta ahora, 17 municipios fueron declarados en emergencia: Tordillo, General Pueyrredón, Guaminí, Tandil, Saavedra, Azul, Benito Juárez, General Alvear, González Chávez, Laprida, Las Flores, Necochea, Saladillo, San Cayetano, Tapalqué, Coronel Pringles y Villarino.
Entre los poblados más afectados se encuentran: Las Flores, Bolívar y Pehuajó, que tiene el 80% de su superficie está bajo el agua y lo más preocupante es que las malas condiciones climáticas continuarán.
Para paliar, en parte, los efectos de las inundaciones, el Gobierno nacional decidió enviar unos $378,5 millones para obras hídricas, anunció la presidenta Cristina de Kirchner.
“Resulta difícil lograr soluciones cuando no hubo el trabajo suficiente que permita actuar ante la catástrofe”, indicó Coninagro en un comunicado.
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El segundo agosto más lluvioso en los últimos 60 años está causando estragos en la Provincia de Buenos Aires y los productores están preocupados porque podría resentirse la cadena productiva. Por ello, la Nación y la Provincia de Buenos Aires acordaron ayer la realización de un censo de los productores bonaerenses afectados por las últimas inundaciones, mientras continúan las lluvias intensas y es cada vez más grave la situación en diecisiete municipios, con 3,5 millones de hectáreas afectadas y pérdidas económicas que ascienden a 4.500 millones de pesos.
El Gobierno nacional y la Provincia admitieron que de los 29 millones de hectáreas de superficie total, se encuentran afectadas 3.519.201 hectáreas y ya se perdió un 14% del total sembrado de trigo y cebada. Mientras apicultura y ganadería registran bajas y del área sembrada de trigo y cebada de 3.028.030 hectáreas, hay 412.590 que se vieron afectadas.
“La ganadería ve su mayor perjuicio en la pérdida de superficie en pastoreo (pasturas verdeos y campo natural) y de terneros, en un momento en donde las vacas se encuentran en pleno proceso de parición”, señalaron los funcionarios.
Según se indicó, el censo servirá para “organizar y establecer prioridades en la instrumentación de las herramientas de apoyo deberá estar concluido para el próximo miércoles 12 de septiembre”.
El ministro de Agricultura bonaerense, Gustavo Arrieta consideró que “si no se hubieran hecho las obras públicas que hicimos en los últimos años, estaríamos mucho peor”.
“Cada productor afectado debe ir a su municipio y llenar una declaración jurada muy simple para pedir acogerse en el mecanismo de emergencia o desastre, según corresponda. En algunos casos se prorrogan las deudas bancarias y los impuestos, y en otros, los de zona de desastre, se prorrogan por más plazos los vencimientos y en la mayoría se anula el pago”, explicó el funcionario.
Hasta ahora, 17 municipios fueron declarados en emergencia: Tordillo, General Pueyrredón, Guaminí, Tandil, Saavedra, Azul, Benito Juárez, General Alvear, González Chávez, Laprida, Las Flores, Necochea, Saladillo, San Cayetano, Tapalqué, Coronel Pringles y Villarino.
Entre los poblados más afectados se encuentran: Las Flores, Bolívar y Pehuajó, que tiene el 80% de su superficie está bajo el agua y lo más preocupante es que las malas condiciones climáticas continuarán.
Para paliar, en parte, los efectos de las inundaciones, el Gobierno nacional decidió enviar unos $378,5 millones para obras hídricas, anunció la presidenta Cristina de Kirchner.
“Resulta difícil lograr soluciones cuando no hubo el trabajo suficiente que permita actuar ante la catástrofe”, indicó Coninagro en un comunicado.