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Los muertos en la discoteca son 232, según datos oficiales

Lunes, 28 de enero de 2013 09:28

El incendio de la discoteca Kiss en la ciudad brasileña de Santa María dejó 232 muertos y no 245 como se había informado inicialmente, dijeron ayer fuentes oficiales. El Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada del Estado de Río Grande do Sul informó que del total de víctimas fatales, 120 son hombres y 112 mujeres.

La tragedia dejó además 131 heridos, según el último reporte oficial de ayer, que corrigió la cifra de 48 lesionados dada inicialmente.

Previamente, la Brigada Militar de la ciudad había informado de 245 muertos, pero según las autoridades el error se debió a las confusión reinante en las primeras horas después de la tragedia.
Muchos de los fallecidos son estudiantes de diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María, que celebraban una fiesta en la discoteca Kiss cuando se produjo el incendio.

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El incendio de la discoteca Kiss en la ciudad brasileña de Santa María dejó 232 muertos y no 245 como se había informado inicialmente, dijeron ayer fuentes oficiales. El Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada del Estado de Río Grande do Sul informó que del total de víctimas fatales, 120 son hombres y 112 mujeres.

La tragedia dejó además 131 heridos, según el último reporte oficial de ayer, que corrigió la cifra de 48 lesionados dada inicialmente.

Previamente, la Brigada Militar de la ciudad había informado de 245 muertos, pero según las autoridades el error se debió a las confusión reinante en las primeras horas después de la tragedia.
Muchos de los fallecidos son estudiantes de diferentes facultades de la Universidad Federal de Santa María, que celebraban una fiesta en la discoteca Kiss cuando se produjo el incendio.

"Lluvia de plata mortal”

Según las primera investigaciones, el incendio comenzó hacia las 2.30, hora local, cuando fue encendido en el escenario de la discoteca un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como “lluvia de plata”, cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento bailable.
La conmoción causada por la tragedia llevó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a suspender su participación en la Cumbre de la Celac-UE, en Santiago de Chile, y emprender su regreso anticipado al país para dirigirse a Santa María y estar al lado de la población.

Treinta días de duelo

El alcalde de la ciudad brasileña de Santa María, Cezar Schirmer, decretó ayer luto oficial de treinta días por la tragedia ocurrida con el incendio de la discoteca Kiss, en el centro del municipio, que dejó al menos 232 muertos y 131 heridos.

Schirmer, que llegó de madrugada al lugar de la tragedia para seguir de cerca las tareas de rescate, pidió que todos los médicos, enfermeros, psicólogos y demás profesionales del área de la salud de la ciudad se pongan a disposición de las víctimas y de sus familiares con carácter urgente.

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Los cuerpos, apilados y sin quemaduras

El uso de un artefacto pirotécnico dentro de un local cerrado, el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y las puertas cerradas por los vigilantes figuran entre las causas de la tragedia que dejó ayer 232 muertos y 131 heridos en una discoteca en Brasil, según diversas fuentes.

Según los testigos, los vigilantes al parecer no sabían lo que había ocurrido y querían impedir que los estudiantes salieran de la discoteca sin pagar la cuenta. Según el capitán Edi Paulo García, de la Policía, la mayoría de los cuerpos fue hallado amontonados y sin quemaduras.

La tragedia, una de las mayores de su tipo en el país, ocurrió en la madrugada de ayer en la discoteca Kiss, en Santa María, ciudad en el sureño estado de Río Grande do Sul, en la que un número aún no determinado de estudiantes de una universidad participaban en una fiesta con bandas musicales en vivo.

“Todo comenzó porque utilizaron artefactos pirotécnicos en un local cerrado. Eso generó un incendio y un humo muy tóxico que se expandió rápidamente”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Río Grande do Sul, coronel Guido de Melo.

Equipo no permitido

“El uso de un equipo no permitido terminó provocando la tragedia”, agregó el oficial, quien informó que la licencia de funcionamiento de la discoteca estaba vencida.
Según Ingrid Goldani, una de las empleadas de la discoteca Kiss, la humareda cubrió todo el local en cerca de tres minutos.

“Los integrantes de la banda Gurizada Fandangueira, que tocaban en el momento y encendieron el artefacto que provoca las chispas, intentaron inicialmente apagar las llamas con agua y después con un extintor. No sé si no consiguieron manipular el extintor, pero el fuego y el humo se expandieron rápidamente”, dijo.

Pánico y estampida

En ese momento se apagaron las luces y todo quedó oscuro, relató el cantante Valterson Wotrich, conocido como Pimenta y vocalista de la primera banda en presentarse.

Las llamas y la humareda provocaron pánico entre las personas que estaban en la disco, al menos dos mil, según las fuentes, y una estampida hacia las puertas de salida, en donde muchos murieron pisoteados.
“Recibimos la información de personas que estaban en el lugar de que los vigilantes de la discoteca inicialmente cerraron las puertas y no permitieron una rápida evacuación. Eso provocó aún más pánico y tumulto”, dijo el comandante del Cuerpo de Bomberos, Guido de Melo.
 

Techo en llamas y estampida: los instantes previos

 Fue una bengala la que hizo arder el techo en segundos. Ana logró salir antes de que el fuego y el humo devoraran este domingo una discoteca en el sur de Brasil durante una fiesta universitaria. Ya a salvo, vio morir
a uno de sus amigos.

"Estábamos muy cerca de la tarima, y vimos todo desde el principio. Fue una bengala que el vocalista soltó, alcanzó el techo y comenzó a incendiarse. Fue todo muy rápido", dijo Ana Paula Muller, sobreviviente de la tragedia ocurrida la mañana del domingo en el club Kiss en Santa María, en el estado de Rio Grande do Sul.
Todavía afectada, la estudiante de ingeniería civil de 19 años habló telefónicamente con la AFP y recuerda cómo se abrió camino aparatosamente entre gente despavorida.

"Más o menos en la mitad miré para atrás y estaba todo negro del humo. Me caí. Pero conseguí levantarme y huí (...) Vi gente caer, pero en un momento de pánico nadie piensa en otras personas".
"Un amigo que estaba con nosotros logró salir pero tuvo un paro cardíaco y no resistió. También perdí otra gente que conozco de la facultad", dijo Muller.

Su amigo está entre los 233 muertos que dejó el segundo peor incendio jamás registrado en Brasil.
Al momento de la tragedia decenas de universitarios celebraban una fiesta en la discoteca Kiss, en la ciudad universitaria de Santa María.

Gurizada Fandangueira, una banda de sertanejo, la música country brasileña, amenizaba la noche cuando se desató el fuego y el humo que le costó la vida a muchos de los asistentes.
Rocheli Brondani también sobrevivió. "Miré al techo y vi que había fuego, todo fue muy rápido. Yo les decía que se estaba incendiando el techo, pero nadie me creía, nadie me hacía caso.
Salí corriendo, no ayudé ni a mi amiga, no miré para atrás y conseguí salir".

Ya en la puerta, recuerda la universitaria de 23 años en diálogo con la AFP, las personas de seguridad "no entendían lo que estaba pasando. Creían que había una pelea y después se dieron cuenta de que era fuego".
"Vi gente herida, vomitando, mi amiga fue pisoteada pero sobrevivió. Ella contó que cuando estaba cerca de la puerta la gente empezó a caer una encima de la otra como un dominó. Ella se agarró a otra persona, y consiguió salir", declaró Brondani.

Brondani también es alumna de ingeniería civil de la Universidad Federal de Santa María, de donde era la mayoría de estudiantes que participaban en la fiesta, según el vicerrector Dalvan Reinert.
"Al comienzo no parecía tan horrible como fue después. Cuando logré salir estaba más tranquilo, sólo había gente empujándose, pero después nadie logró salir", recordó Brondani.

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