El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, negó que hayan comido asado en un agasajo por el fin de año realizado en la ex ESMA y remarcó que fueron ‘unos sándwiches que se hicieron para los empleados‘ de su cartera.
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El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, negó que hayan comido asado en un agasajo por el fin de año realizado en la ex ESMA y remarcó que fueron ‘unos sándwiches que se hicieron para los empleados‘ de su cartera.
Alak se defendió así de las críticas que efectuaron algunas organizaciones y sectores de la oposición, de los cuales señaló que se dicen ‘progresistas‘, pero ‘actúan en conjunto‘ con algunos medios de prensa.
‘Hubo una decisión de presentar un plan estratégico (de DDHH), que empezó a las 10 de la mañana y terminó a las 16. En un momento había que darle algo de comer a la gente, y se hicieron sándwiches para los empleados del Ministerio‘, explicó el funcionario.
Alak afirmó que los críticos ‘transformaron la presentación de un plan y de unos sándwiches en una celebración, un asado y eso es una absoluta mentira‘.
El ministro contó con el respaldo de la presidenta Cristina Fernández y con el apoyo de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Al analizar las razones de la difusión que tuvo el hecho, el funcionario coincidió con la mandataria nacional, quien había considerado que era ‘una noticia cazabobos‘.
‘Tiene razón, porque lo que hicieron Clarín y La Nación fue tratar de tapar la resolución en contra de los intereses del Estado, paralizando la estatización del predio de la rural. Lo que
advierto en la reacción de la oposición es una suerte de desesperación política‘, remarcó Alak en declaraciones al programa 678, que se emite por la Televisión Pública.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos también sostuvo que le llamó ‘la atención ver a Miguel Bonasso o a Victoria Donda actuando conjuntamente con los medios de comunicación que hicieron silencio total en la época de terrorismo de Estado‘.
‘Esa unidad es una suerte de cambalache y de desesperación electoral‘, consideró Alak, luego de que la disputada del Frente Amplio Progresista dijera que el funcionario debía ‘pedir disculpas y luego renunciar‘.
La polémica se inició durante un encuentro de fin de año organizado por el ministro en el predio de la ex ESMA.
El hecho generó cuestionamientos de una organización de derechos humanos y de dirigentes de la oposición, aunque la agrupación HIJOS y la Secretaría de Derechos Humanos respaldaron al funcionario nacional y señalaron que se lo intenta “desprestigiar”.
La controversia comenzó tras una denuncia de la ONG de derechos humanos Herman@s de Desaparecidos por Verdad y Justicia, según la cual el 27 de diciembre Alak despidió el 2012 con “un asado y brindis” para dos mil personas en el predio del excentro clandestino de detención, donde actualmente funciona el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.