El caso del ataque contra la casa del mandatario santafesino Antonio Bonfatti sigue teniendo aristas que complican más su esclarecimiento.
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El caso del ataque contra la casa del mandatario santafesino Antonio Bonfatti sigue teniendo aristas que complican más su esclarecimiento.
Sucede que la fiscal de Cámaras de Rosario, Cristina Rubiolo, afirmó ayer que la balacera contra la casa del gobernador pudo haber tenido un resultado “mucho más grave”, pero al no haber lesionados se investiga bajo las figuras de “amenazas y portación ilegítima de armas”.
Lo cierto es que el ataque a balazos contra la vivienda de Bonfatti no es investigado como un atentado porque en el violento episodio no hubo personas heridas, según reveló la fiscal que interviene en la causa.
“El resultado de esa acción podría haber sido mucho más grave pero, como no hubo heridos ni lesionados, técnicamente la carátula de la causa no incluye la palabra atentado y ha sido calificada como portación ilegítima de armas de fuego y amenazas coactivas calificadas”, explicó Rubiolo. Asimismo, la funcionaria judicial admitió que es “complejo que la propia policía, muchas veces sospechada, sea la que investigue”, ya que “la Justicia trata de manejarse con confianza con la gente que trabaja en esto”.
Cabe recordar que la vivienda particular de Bonfatti, en el barrio Alberdi de Rosario, fue atacada con 14 balazos en la noche del viernes último por cuatro personas que circulaban en moto.
La representante del Ministerio Público confirmó que hasta ahora “continúa detenida una sola persona y sigue siendo investigado un policía que no está relacionado, al menos directamente, con el hecho”.
El apresado, de 22 años, iba a ser será indagado ayer por la jueza de Instrucción Penal María Luisa Pérez Vara, bajo la imputación de tenencia ilegal del arma que se encontró en su vivienda y que está siendo sometida a pericias para establecer si fue utilizada en el ataque. Al respecto, Rubiolo confirmó que “una de las armas utilizadas en el ataque es vieja, lo que llevó en un primer momento a los investigadores a suponer que no había policías involucrados en el ataque y que los tiradores no eran profesionales, pero advirtió que esa también pudo ser una estrategia para crear una pista falsa”.
“Más allá de que es un dato, esto no excluye ninguna hipótesis”, completó.