La falta de infraestructura para el transporte es una materia pendiente en el país. En el Coloquio de IDEA, analistas le pusieron ayer al tema una señal de alarma porque si el Gobierno no invierte se sabe que Argentina seguirá perdiendo competitividad y espacios comerciales en todos los mercados. La competencia desleal que lideran los camiones, en desmedro del ferrocarril, estuvo en boca de los empresarios que ven pasar oportunidades porque no hay una logística que prevea la habilitación de nuevas salidas para la exportación, el mejoramiento de las rutas y la ampliación de los puertos para barcos de mayor calado.
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La falta de infraestructura para el transporte es una materia pendiente en el país. En el Coloquio de IDEA, analistas le pusieron ayer al tema una señal de alarma porque si el Gobierno no invierte se sabe que Argentina seguirá perdiendo competitividad y espacios comerciales en todos los mercados. La competencia desleal que lideran los camiones, en desmedro del ferrocarril, estuvo en boca de los empresarios que ven pasar oportunidades porque no hay una logística que prevea la habilitación de nuevas salidas para la exportación, el mejoramiento de las rutas y la ampliación de los puertos para barcos de mayor calado.
Los problemas se acentuarán en los próximos años. Los consultores José Barbero y Jorge Kohon; el titular de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas, Daniel Indart; y el titular de la Asociación Argentina de Carreteras, Miguel Salvia, desmenuzaron el tema en uno de los paneles del encuentro de empresarios que ayer finalizó en Mar del Plata.
Barbero advirtió que las cargas a granel crecerán en la próxima década un 50%, lo que producirá una gran concentración en los nodos de salida del puerto de Rosario y Paraná Medio. “Si no se establecen inversiones logísticas podría causar graves problemas en el futuro a corto plazo”, indicó, para marcar además que la problemática se establece por las pocas bocas de salida de las exportaciones en la Argentina y que existe una alta concentración del uso de cargas de camiones y rutas en desmedro del uso de ferrocarril.
Kohon se sumó y advirtió que se construye mucha infraestructura de carretera y poca ferroviaria, además de los subsidios que se le hacen a los camiones y no a los ferrocarriles. El titular de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas se quejó, por su parte, por el aumento de costos de las cargas en la Argentina, en un escenario en el que se perdió rentabilidad por la falta de infraestructura. “Nuestros costos están muy complicados. El sector está saturado y necesitamos recuperar la competitividad. Debemos tener mejores caminos que se puedan transitar, como primera medida”, explicó Indart.
Para Salvia, la red vial y la ferroviaria también requieren mayor inversión para su modernización. Y dio datos: la Argentina tiene una red de 40 mil kilómetros de rutas nacionales, de las cuales el 90% están pavimentadas; 190 mil de caminos provinciales, sólo un 22% pavimentado, y 400 mil kilómetros de caminos rurales son de tierra.
El titular de la Asociación Argentina de Carreteras criticó el sistema desigual con las provincias, ya que hubo una inversión mayor en la red nacional que en la provincial.
Quejas por la ausencia de Insaurralde
Los asistentes al Coloquio de IDEA se sorprendieron ayer con la presencia de la ministra de la Corte Suprema de Justicia, Carmen Argibay, y se mostraron molestos porque el candidato Martín Insaurralde faltó. Se quejaron porque el kirchnerista prefirió mostrarse en Bolívar con Marcelo Tinelli antes que integrar un panel político con Margarita Stolbizer, Sergio Massa y Francisco de Narváez. “Si prefiere la foto con Tinelli es cosa de él”, señaló un importante ejecutivo de una empresa del sector alimenticio, tras conocerse el motivo por el cual el intendente de Lomas de Zamora no estuvo en la última jornada del Coloquio. Y lo compararon con Daniel Scioli, quien sí respondió a la convocatoria de los empresarios.
En las mesas se destacó la presencia de la ministra Argibay, aunque no integraba ningún panel. La jurista fue invitada a participar en un almuerzo organizado por una consultora internacional para hablar de temas de género.
Los pormenores
Una noche con sensaciones retro se vivió el jueves en una fiesta en la que Palito Ortega hizo bailar a los participantes del Coloquio.
El economista de la Universidad Austral Juan Llach planteó que el sistema fiscal argentino castiga a la inversión y la producción.
La candidata a diputada nacional por el Frente Progresista Cívico y Social, Margarita Stolbizer, hizo un llamado contra la corrupción.
Manifestantes del Movimiento Teresa Rodríguez protestaron ayer frente al hotel donde se hizo el Coloquio contra los empresarios.
La opinión
Las perspectivas económicas de la Argentina en positivo
Ruben Fernández Paz, El Tribuno
Muchas veces se ha criticado desde el kirchnerismo al Coloquio de IDEA por considerarlo un espacio reservado para la crítica despiadada al “modelo” y para la generación de ideas y escenarios de oposición. Pero eso parece haber quedado en el pasado. El panel que en las primeras horas de la tarde de ayer analizó las perspectivas económicas para el próximo año sorprendió a quienes habitualmente escuchan al oficialismo. Los economistas Ricardo Arriazu, Lucas Lach y Eduardo Levy no dudaron en afirmar que la economía pasa por un buen momento, y que no hay en el horizonte nada que haga vislumbrar que de aquí a 2015 ese escenario vaya a cambiar.
Arriazu se detuvo a analizar el enorme impacto que -en su opinión- tendrá en la economía la explotación del yacimiento de Vaca Muerta. Levy repitió insistentemente que no hay riesgo de crisis y que las acciones del oficialismo parecen más encaminadas a corregir las distorsiones del modelo que a profundizarlas. Lach prefirió hablar de la “herencia” económica que dejará el kirchnerismo y de los primeros desafíos del próximo presidente, dando por sentado que hasta 2015 nada puede pasar. Estos análisis hacen vislumbrar que este Coloquio quedará como uno de los más optimistas de los últimos años; más cerca del discurso del Gobierno que de la oposición.