El sueño de todo chico que juega al fútbol es jugar algún día en un club grande. Con ese objetivo partirán hoy cinco valores salteños rumbo a Buenos Aires para probar suerte, nada más y nada menos que en River Plate. Octavio y Fabricio Romeo (mellizos), Mauricio Cazón, Julián Granados y Rodrigo Barrios viajarán hoy a la Capital Federal con el objetivo de dar lo máximo para pertenecer a uno de los clubes más grandes del fútbol argentino.
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El sueño de todo chico que juega al fútbol es jugar algún día en un club grande. Con ese objetivo partirán hoy cinco valores salteños rumbo a Buenos Aires para probar suerte, nada más y nada menos que en River Plate. Octavio y Fabricio Romeo (mellizos), Mauricio Cazón, Julián Granados y Rodrigo Barrios viajarán hoy a la Capital Federal con el objetivo de dar lo máximo para pertenecer a uno de los clubes más grandes del fútbol argentino.
De la mano de José Módica, quien sirvió como intermediario cuando el club de Núñez realizó en Salta una prueba de jugadores, estos cinco chicos tendrán la posibilidad de vivir una semana única en el predio de la institución, donde los recibirá Daniel Onega, coordinador de las divisiones inferiores de River. Los chicos visitaron El Tribuno y dejaron su sensación. “Será una experiencia única, pero a su vez lo tomamos con responsabilidad porque no vamos a pasear, vamos con la ilusión de quedar en las inferiores de River”, sostuvo Octavio Romeo, quien se desempeña como volante, al igual que su hermano Fabricio. “Es una oportunidad única para que podamos llegar a River”, remarcó Rodrigo Barrios, quien viajará por primera vez a Buenos Aires.
Sin lugar a dudas, y a pesar de su corta edad, la mentalidad jugará un rol fundamental en esta experiencia que tendrán en Núñez, y los cinco chicos tienen las ideas claras: “Hay que pedir todas las pelotas, mostrarse y demostrar que podemos jugar en un club grande”, remarcó Julián Granados.
Juntos vivirán parte de un sueño, ahora estará en ellos hacer que esa ilusión se convierta en realidad. El esfuerzo de sus padres permitió que ellos puedan viajar y tener esta posibilidad. No hay satisfacción más grande para estos papás que se ilusionan con que sus hijos algún día puedan vestir la camiseta de uno de los más grandes del fútbol argentino.