El rectorado de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) continúa “tomado”. Ayer, autoridades de la facultad de Humanidades se negaron a participar en una reunión convocada por los decanos de las otras cinco unidades académicas. Aún no hay punto final ni acuerdo en el conflicto que ya lleva 13 días.
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El rectorado de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) continúa “tomado”. Ayer, autoridades de la facultad de Humanidades se negaron a participar en una reunión convocada por los decanos de las otras cinco unidades académicas. Aún no hay punto final ni acuerdo en el conflicto que ya lleva 13 días.
Idas y vueltas se entretejieron ayer en el campus de zona norte. La semana pasada se había previsto una mesa de diálogo entre la decana de Humanidades, Liliana Fortuny, y sus pares de Económicas, Exactas, Ingeniería, Salud, Naturales y Económicas. Fortuny envió a la mañana una carta a las otras facultades para que se reprogramara el encuentro.
Hace casi dos semanas, estudiantes, docentes y otros referentes de Humanidades tomaron el rectorado y dejaron fuera de funcionamiento al Consejo Superior de la UNSa en rechazo de la resolución 340/13. Ese instrumento, que ya quedó en suspenso, congelaba los cargos docentes. Es que Humanidades mantiene un déficit y un desequilibrio presupuestario.
“Me pareció un decreto de otras épocas, no es una invitación al diálogo sino una orden de ir a entrevistarme con los otros decanos sin una agenda de consenso. Así, coartan la posibilidad de incluir un tema”. De esa forma se refirió la titular de Humanidades a la solicitud de las otras autoridades de la UNSa para la frustrada reunión de ayer.
“Hay una equivocación por parte de la señora decana. Nadie fijó un temario, solo se buscaba destrabar la situación”, afirmó el vicerrector Miguel Angel Boso. Las autoridades de las otras facultades le giraron una respuesta ayer a Fortuny para programar la mesa de diálogo.
Días atrás, la asamblea que toma el rectorado había exigido participar en las conversaciones. Como lugar había elegido el comedor de los docentes.
El vicerrector señaló ayer: “No podemos hablar con todos los ocupantes ilegales, tiene que ser alguno que lleve la voz y plantee la problemática. Por eso, le acabamos de pedir que designen a un interlocutor válido”.
La intención de la cúpula del rectorado y de los decanos es que, a través de esa consulta, se establezcan los puntos de un temario que luego se trasladarán a una mesa de diálogo.
“Tampoco vamos a aceptar cualquier cosa. Nosotros estamos muy dispuestos a dialogar, pero, por ejemplo no se puede triplicar el presupuesto”, expresó Boso.
Fortuny no pudo negar que haya un déficit en Humanidades. Sin embargo, manifestó que “el problema financiero, presupuestario o económico es de toda la UNSa y no de nuestra facultad. No por ser la única opositora a la actual gestión tengo que cargar con eso”.
Por otra parte, sostuvo que es necesario que se realice una auditoría externa a toda la casa de estudios.
Tras la toma del rectorado y del Consejo Superior se ordenó que se auditaran las cuentas de Humanidades. Ya hay un resultado de ese procedimiento que confirma el déficit en Humanidades pero debe tratarlo el Consejo Superior, que no puede sesionar por la protesta.
Según Fortuny, no recibió ningún instrumento legal sobre la auditoría.
Futuro de la auditoría
“Ya está la auditoría de Humanidades pero no están los canales de comunicación de tratamiento directo”, indicó el vicerrector Miguel Boso.
“Las comisiones de Hacienda, y de Docencia tienen que elaborar uno o dos dictámenes en base a la documentación. Ese paso no es posible ya que la toma impide el funcionamiento de ese órgano” explicó.
Una vez que se pueda cumplir con ese procedimiento se elevará el documento al Consejo Superior de la Universidad.