Holanda acudió al Tribunal Internacional del Derecho del Mar para obtener la liberación de un barco de Greenpeace y de los 30 miembros de la tripulación, detenidos por Rusia durante una operación contra una plataforma petrolífera en el Artico. Por el proceso de arbitraje que está abierto desde principio de este mes, se estima que una audiencia en la que Holanda y Rusia podrán defender sus puntos de vista debería tener lugar en dos o tres semanas.
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Holanda acudió al Tribunal Internacional del Derecho del Mar para obtener la liberación de un barco de Greenpeace y de los 30 miembros de la tripulación, detenidos por Rusia durante una operación contra una plataforma petrolífera en el Artico. Por el proceso de arbitraje que está abierto desde principio de este mes, se estima que una audiencia en la que Holanda y Rusia podrán defender sus puntos de vista debería tener lugar en dos o tres semanas.
Mientras tanto, los activistas seguirán presos y con posibilidades de ser condenados a 15 años de prisión por el delito de piratería. En el grupo están los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, a quienes les negaron la excarcelación, como ayer sucedió con otras tres personas.
“El Estado pide la liberación de la tripulación detenida y del barco”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores holandés. El barco de Greenpeace Arctic Sunrise fue detenido a fines de septiembre por los guardacostas en el mar de Barents, luego de que miembros de la tripulación abordaron una plataforma petrolífera: trataban de desplegar una bandera contra los riesgos relacionados con la extracción del petróleo.
La tripulación del barco con bandera holandesa, entre ellos 26 extranjeros, permanecerá detenida, al menos, hasta noviembre en Murmansk, en el noroeste de Rusia. Están acusados de “piratería en grupo organizado”.
La Haya ya había iniciado a comienzos de octubre un procedimiento judicial, llamado de arbitraje, en el marco del que cada parte puede nombrar árbitros encargados de encontrar una salida al diferendo. El Gobierno holandés acudió al Tribunal Internacional argumentando que la liberación de la tripulación y el barco son urgentes.
Varios países manifestaron su inquietud sobre la suerte de los detenidos, como lo hizo la canciller alemana Angela Merkel; pero solo Holanda tomó medidas concretas.
El jueves, once ganadores del premio Nobel de la Paz escribieron a Vladimir Putin para pedir una revisión de este tema. Ayer, el Tribunal Regional de Murmansk confirmó la orden de detención de dos meses impuesta a los activistas de Greenpeace Marco Paolo Weber (Suiza), Sini Saarela (Finlandia) y Tomasz Dziemianczuk (Polonia).
Rusia ha hecho del desarrollo del Artico, inmensa zona rica en hidrocarburos inexplotados, una prioridad estratégica. Greenpeace, por su lado, denuncia riesgos para un ecosistema muy frágil.