Cada vez más complicado. El maquinista Julio Benítez, imputado por el choque del tren que conducía el sábado en la estación Once, seguirá detenido y recién la próxima semana el juez federal Ariel Lijo resolverá su procesamiento. Se lo acusa de ese hecho, además de la sustracción de pruebas ya que el disco rígido con las imágenes de lo que sucedió en la cabina durante el viaje fue encontrado en su mochila. La situación del ferroviario se complicó ayer porque las pericias determinaron que la sangre hallada en el disco rígido corresponde con su ADN; los informes psicológicos tampoco lo ayudan: indican que tiene una personalidad psicótica y tiende a la simulación.
El juez Lijo volvió a tomarle ayer declaración indagatoria a Benítez, quien dijo no recordar el momento del choque, pero sí sentir “malestar y dolor” por las 99 personas que resultaron heridas. No solo eso. Además indicó no saber cómo ni por qué el disco rígido de la cabina estaba en su mochila.
El maquinista declaró cerca de una hora ante el juez y el fiscal, acompañado de su abogada Verónica Corbacho. Cuando le mostraron las filmaciones de la cabina del tren, tomadas tiempo atrás y en las que se lo veía simulando tomar sol, indicó que lo hizo a modo de protesta, por la instalación de las cámaras que los controlan.
“Estuve tratando de recordar el episodio (del sábado) y no lo logré. No logré recordar nada, igual el lugar donde estoy no ayuda mucho, ahí no se puede dormir, aparte me está creciendo un dolor de cabeza que ni con calmantes se me está pasando”, dijo Benítez al juez y al fiscal, a quienes también aseguró que “tengan por seguro que cuando recuerde algo se los voy a hacer saber”.
Desde el juzgado harán un último intento para recuperar las imágenes del disco dañado de la cabina del motorman, y por la cual se lo acusa a Benítez de haberlo sustraído. Lijo hará contacto con una empresa de Brasil para que realice ese trabajo ya que peritos de Gendarmería, de la Policía Federal, ni de una firma privada pudieron hacerlo con éxito.
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Cada vez más complicado. El maquinista Julio Benítez, imputado por el choque del tren que conducía el sábado en la estación Once, seguirá detenido y recién la próxima semana el juez federal Ariel Lijo resolverá su procesamiento. Se lo acusa de ese hecho, además de la sustracción de pruebas ya que el disco rígido con las imágenes de lo que sucedió en la cabina durante el viaje fue encontrado en su mochila. La situación del ferroviario se complicó ayer porque las pericias determinaron que la sangre hallada en el disco rígido corresponde con su ADN; los informes psicológicos tampoco lo ayudan: indican que tiene una personalidad psicótica y tiende a la simulación.
El juez Lijo volvió a tomarle ayer declaración indagatoria a Benítez, quien dijo no recordar el momento del choque, pero sí sentir “malestar y dolor” por las 99 personas que resultaron heridas. No solo eso. Además indicó no saber cómo ni por qué el disco rígido de la cabina estaba en su mochila.
El maquinista declaró cerca de una hora ante el juez y el fiscal, acompañado de su abogada Verónica Corbacho. Cuando le mostraron las filmaciones de la cabina del tren, tomadas tiempo atrás y en las que se lo veía simulando tomar sol, indicó que lo hizo a modo de protesta, por la instalación de las cámaras que los controlan.
“Estuve tratando de recordar el episodio (del sábado) y no lo logré. No logré recordar nada, igual el lugar donde estoy no ayuda mucho, ahí no se puede dormir, aparte me está creciendo un dolor de cabeza que ni con calmantes se me está pasando”, dijo Benítez al juez y al fiscal, a quienes también aseguró que “tengan por seguro que cuando recuerde algo se los voy a hacer saber”.
Desde el juzgado harán un último intento para recuperar las imágenes del disco dañado de la cabina del motorman, y por la cual se lo acusa a Benítez de haberlo sustraído. Lijo hará contacto con una empresa de Brasil para que realice ese trabajo ya que peritos de Gendarmería, de la Policía Federal, ni de una firma privada pudieron hacerlo con éxito.
Detalles
De la investigación surge también que entre las estaciones Caballito y Once el motorman recibió un alerta de control porque superó la velocidad permitida, y fue entonces cuando la bajó. Si bien Benítez respetó una velocidad de 30 kilómetros a 400 metros del andén, donde chocó, no lo hizo con otra señal que establecía en 15 kilómetros la velocidad a 250 metros de donde debía frenar.
Ese accidente fue el tercero en 20 meses del Sarmiento. El ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, anunció el miércoles la decisión de estatizar esa línea, medida que es respaldada por los usuarios.
El funcionario también anunció que los maquinistas serán sometidos a exámenes psicofísicos, supervisados por la Fuerza Aérea y pidió colaboración a los gremios.
Apoyo de los pasajeros
La decisión de estatizar en forma completa la línea Sarmiento fue apoyada por los pasajeros, quienes esperan una mejora en el servicio. El día después del anuncio realizado por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, la estación Once funcionaba con trenes que entraban a muy baja velocidad y estacionaban 20 metros antes del final del andén, formaciones que llegaban con dos o tres personas en la cabina de conducción y mucha seguridad policial.
La zona de molinetes permanecía vallada y totalmente cerrado el andén número dos, donde el tren chapa 5 accidentado el pasado sábado sigue varado a la espera de la realización de más pericias.