Las elecciones con voto electrónico se iniciaron en Tartagal con diversos inconvenientes en las diferentes escuelas habilitadas. Pasadas las 8 y media de la mañana varios establecimientos no iniciaron las votaciones por falta de autoridades de mesa. En otros lugares como la Escuela de Frontera se dieron casos de máquinas con escasa tinta lo que dificultó aún más su inicio.
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Las elecciones con voto electrónico se iniciaron en Tartagal con diversos inconvenientes en las diferentes escuelas habilitadas. Pasadas las 8 y media de la mañana varios establecimientos no iniciaron las votaciones por falta de autoridades de mesa. En otros lugares como la Escuela de Frontera se dieron casos de máquinas con escasa tinta lo que dificultó aún más su inicio.
En las filas el malestar por el largo tiempo en que muchos electores permanecían frente a las máquinas para emitir su voto causó enojo y gran cantidad de ciudadanos optaron por retirarse.
En la escuela OEA se dió el caso de una electora de unos 40 años que no sabía leer ni escribir por lo que la emisión de su voto superó los 45 minutos, lapso en que la mayoría de los que aguardaban en la fila para votar optaron por retirarse. Si bien el sistema prevé este tipo de situaciones, la ansiedad pudo más y la mitad de los electores prefirieron no emitir su voto.
En las diferentes escuelas los electores pueden practicar en los simuladores antes de emitir su voto, pero el malestar de los ciudadanos por las demoras son evidentes. "Como vamos, es muy difícil que todos podamos votar; esto se va a demorar mucho más que lo habitual" consideró un anciano que aguardaba para emitir su sufragio.
Las filas más extensas se ven precisamente en los simuladores donde personas designadas por la Justicia Electoral debe instruír a los votantes.