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Yasser Arafat y el misterio de su muerte a causa de Polonio 210

Domingo, 10 de noviembre de 2013 02:58

Hay pocas muertes que generen tanto misterio como la de Yasser Arafat, el máximo héroe de los palestinos que luchó toda su vida contra Israel, aunque también tenía sus enemigos en el gobierno autónomo.

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Hay pocas muertes que generen tanto misterio como la de Yasser Arafat, el máximo héroe de los palestinos que luchó toda su vida contra Israel, aunque también tenía sus enemigos en el gobierno autónomo.

Desde que murió, el 11 de noviembre de 2004, en el hospital militar francés de Percy, cerca de París, su viuda Suha Tawil especuló con la posibilidad de que Arafat haya sido envenenado.

Por esa razón, los restos del líder palestino fueron exhumados en noviembre de 2012 de su tumba en Ramallah, Cisjordania, para ser analizados por investigadores de Rusia, Suiza y Francia.

Ahora un grupo de científicos suizos del Instituto de Radiofísica del Hospital de Lausana encontró niveles de polonio-210 radiactivo 18 veces superiores a lo normal, en las muestras tomadas del cadáver de Arafat, lo que respalda “moderadamente” la hipótesis de que su muerte fue a causa de un envenenamiento.

El polonio 210 se utilizó para matar al exespía ruso Alexander Litvinenko en Londres, en 2006, crimen por el que fue responsabilizado el presidente ruso, Vladimir Putin.

“Está científicamente comprobado que no murió de muerte natural y tenemos pruebas científicas de que este hombre fue asesinado”, dijo su viuda, tras recibir el informe suizo.

Sin embargo, Suha no acusó directamente a ningún país o persona, e incluso reconoció que el líder de la OLP tenía enemigos internos.

Wasel Abu Yousef, miembro del comité ejecutivo de la OLP, dijo que “el presidente Arafat se convirtió en una víctima de un atentado terrorista organizado por un Estado, que es Israel, que quería librarse de él”.

Pero el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Yigal Palmor, afirmó: “Esto es más una telenovela que ciencia, este es el último episodio de una telenovela en la cual Suha se opone al sucesor del líder palestino”.

Una de las escenas más recordadas de la vida de Arafat fue cuando se presentó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972, con una rama de olivo y una pistola, para simbolizar la paz y también la guerra que se libraba en ese momento.

Su victoria diplomática más importante la obtuvo cuando firmó junto al asesinado primer ministro israelí, Isaac Rabin, los Acuerdos de Oslo en 1993, que establecieron un gobierno autónomo palestino en la Franja de Gaza y Cisjordania.

Por esa razón, después de regresar a los entonces territorios palestinos, en julio de 1994 y luego de 20 años de exilio, Arafat y Rabin fueron distinguidos con el Nobel de la Paz.

La noticia no le gustó a muchos israelíes, entre ellos el ex primer ministro Ariel Sharon, quien manifestó: “Después de los nazis, no conozco a nadie que tenga tanta sangre judía en sus manos como Arafat”.

Durante la década del 70, se le atribuyeron a Arafat numerosos secuestros aéreos, asaltos a embajadas y atentados contra los israelíes cuando participaba en la lucha armada contra Israel.

El líder palestino perdió luego a su compañero de ruta, Rabin, quien fue asesinado en noviembre de 1995 por el extremista religioso Yigal Amir.

El hecho paralizó el proceso de paz en Medio Oriente, y los líderes israelíes reanudaron la construcción de asentamientos en Gaza y Cisjordania. Arafat, a quien la radio La voz de Israel calificaba de “architerrorista”, fue el primero en reconocer a Israel como estado judío en julio de 2004, pocos meses antes de su muerte.

Sin embargo, el líder palestino nunca dejó de reclamar por el retorno de 3,7 millones de refugiados, demanda que junto al pedido de Jerusalén Este -donde los palestinos quieren tener la capital de su futuro estado- fue una de las diferencias que hizo fracasar la cumbre de Camp David (2000).

Nacido en El Cairo en 1929, Arafat se exilió en Kuwait luego de la fundación del Estado de Israel, en 1948.

En 1959 fundó el grupo Al Fatah, con el que luego ganó el liderazgo de la OLP y el posterior gobierno de la Autoridad Nacional Palestina.

La noticia sobre su probable envenenamiento se conoció el miércoles, día en que el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, llegaba a Israel para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Kerry también se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abbas, en el marco de las negociaciones de paz de Medio Oriente.

“¿El informe suizo que asegura que Arafat fue envenenado, descarrilará las conversaciones de paz?”, se preguntó la analista Sara Miller, en una nota del diario The Christian Science Monitor. En los últimos años, la vida de Arafat fue eclipsada de algún modo por el auge del fundamentalismo islámico, que tuvo en el abatido jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, a su máximo representante tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 que causaron 3.000 muertos. Por eso las nuevas generaciones no conocen muchos detalles de su vida y de su sueño de ver a un Estado palestino en paz con Israel. Sin embargo, su legado no ha sido olvidado y su cara sonriente puede verse todavía en las paredes de las calles de Gaza.

 

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