Los hechos de violencia escolar siguen en ascenso. Un nuevo caso de bullying o acoso escolar se registró en la localidad bonaerense de Pilar y tuvo como víctimas a Nicole y Guillermina, dos hermanas adolescentes, de 12 y 14 años, las cuales desde el año pasado venían sufriendo agresiones verbales por parte de sus compañeras, quienes les criticaban su forma de hablar y vestirse. Las cosas pasaron a mayores hace unos días cuando las chicas fueron brutalmente golpeadas acusadas de ser “chetas”.
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Los hechos de violencia escolar siguen en ascenso. Un nuevo caso de bullying o acoso escolar se registró en la localidad bonaerense de Pilar y tuvo como víctimas a Nicole y Guillermina, dos hermanas adolescentes, de 12 y 14 años, las cuales desde el año pasado venían sufriendo agresiones verbales por parte de sus compañeras, quienes les criticaban su forma de hablar y vestirse. Las cosas pasaron a mayores hace unos días cuando las chicas fueron brutalmente golpeadas acusadas de ser “chetas”.
Es la segunda vez que ambas jóvenes son agredidas físicamente por sus compañeras a la salida de la escuela número 26 de esa localidad del norte del Gran Buenos Aires.
La primera agresión se registró el 3 de octubre y, ante esa situación, los padres de las chicas fueron a hablar con la directora del establecimiento. “Me prometió que se iba a terminar esto, que iba a poner una patrulla a la salida, que no me hiciera problema porque no iba a pasar a mayores, que esto iba a quedar acá”, señaló Eduardo Reynoso, el padre.
Según denunció, ninguna de esas medidas prometidas se implementó. Y la situación, lejos de resolverse, se repitió una semana después cuando las hermanas volvieron a ser atacadas por sus compañeras y la brutal golpiza fue filmada con un teléfono celular y luego difundida en las redes sociales.
Ante ello, las autoridades de la institución le recomendaron a la madre que las cambie de colegio.
“Las anoté en esa escuela porque sinceramente compré la casa acá, la estoy pagando y no me dan los costos para mandarlas a un colegio privado, como quería”, aseguró el papá en declaraciones periodísticas, quien relató que antes vivían en San Miguel.
“La más chiquita está muy mal psicológicamente, no quiere ni salir de casa prácticamente”, relató el hombre.
Por su parte, Lorena Busto, la madre de las nenas, dijo que le “da terror” llevar a sus hijas al colegio y que se “las devuelvan en un cajón”.
Según el padre, la mayor intervino para tratar de ayudar a su hermana y liberarla de la agresión que recibía y “al final la ligó también”.
“Llegó a casa con moretones en la cara, en el cuello y raspones en el cuerpo. Nicole zafó, solo le dieron una trompada y le tiraron el pelo”, detalló por su parte la mujer.