Una alegría que trasciende las fronteras. Hernán Pérez Orsi, uno de los activistas argentinos de Greenpeace detenido en Rusia desde el pasado 19 de septiembre, en el marco de una protesta en una plataforma petrolera para defender al Artico, abandonó ayer la cárcel de San Petersburgo tras el pago de una fianza. Si bien no se conocen las condiciones de la liberación, Pérez Orsi deberá permanecer en Rusia mientras continúe la investigación de la causa, que involucró a 30 miembros de la organización ambientalista.
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Una alegría que trasciende las fronteras. Hernán Pérez Orsi, uno de los activistas argentinos de Greenpeace detenido en Rusia desde el pasado 19 de septiembre, en el marco de una protesta en una plataforma petrolera para defender al Artico, abandonó ayer la cárcel de San Petersburgo tras el pago de una fianza. Si bien no se conocen las condiciones de la liberación, Pérez Orsi deberá permanecer en Rusia mientras continúe la investigación de la causa, que involucró a 30 miembros de la organización ambientalista.
La liberación de Pérez Orsi se suma a la de Camila Speziale, concretada anteayer junto a otros de sus 29 compañeros detenidos.
Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace Argentina, aseguró que “cuando sean declarados inocentes y se retiren todos los cargos absurdos que tienen, sólo por defender el medio ambiente, podremos celebrar”.
“Seguiremos exigiendo su total libertad y el retiro de los cargos. Lo positivo de esta noticia no debe hacernos perder de vista que este proceso aún no ha finalizado”, remarcó.
El último martes, la corte de San Petersburgo le concedió la excarcelación bajo fianza a la mayoría de los ambientalistas detenidos hace dos meses, entre los que estaban Speziale y a Pérez Orsi.
Esta medida se aplicará mientras las autoridades rusas continúan la investigación por los cargos por vandalismo que siguen vigentes y suponen hasta 20 años de prisión.
Cruces entre Moscú y el Tribunal del Mar
El Tribunal Internacional del Mar, con sede en Hamburgo, ordenó ayer a Moscú que libere el barco de Greenpeace Arctic Sunrise y a toda
su tripulación detenida en Rusia una vez que Holanda, bajo cuya bandera operaba la embarcación, pague una fianza de 3,6 millones de
euros. La reacción de Moscú no se hizo esperar. El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores señaló que no reconoce la jurisdicción del Tribunal del Mar sobre el caso del Arctic Sunrise, apresado desde septiembre.