¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Caso Mura: familiares aguardan resultados claves

Domingo, 24 de noviembre de 2013 04:00

El martes será un día clave para el caso de Gabriel Mura Ortiz (42), el hombre que fue asesinado de un disparo de un arma larga, con proyectiles de plomo, del tipo perdigones, el sábado de la semana anterior en el barrio Sarmiento, ubicado en la zona oeste de la capital salteña. Ese día se conocerán los resultados de exámenes médicos que son claves para la causa. Los familiares de la víctima, padre de siete hijos, aguardan con expectativa las conclusiones de los estudios de alcoholemia practicados a los cuatro efectivos policiales que integraban la división motoristas del 911, quienes permanecen detenidos, acusados del homicidio.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El martes será un día clave para el caso de Gabriel Mura Ortiz (42), el hombre que fue asesinado de un disparo de un arma larga, con proyectiles de plomo, del tipo perdigones, el sábado de la semana anterior en el barrio Sarmiento, ubicado en la zona oeste de la capital salteña. Ese día se conocerán los resultados de exámenes médicos que son claves para la causa. Los familiares de la víctima, padre de siete hijos, aguardan con expectativa las conclusiones de los estudios de alcoholemia practicados a los cuatro efectivos policiales que integraban la división motoristas del 911, quienes permanecen detenidos, acusados del homicidio.

“Los vecinos no los veían en buen estado esa noche. Es más, hay testigos que aseguran que estaban alcoholizados”, aseguró Santiago Pedroza, el abogado de la familia Mura.

Los imputados por el hecho pertenecían al grupo GEDAN. Se trata del jefe, subcomisario Claudio Burgos (39); César Figueroa (30), Carlos Arias (41) y Fernando Cruz (33).

Están acusados del delito de homicidio agravado en abuso de su cargo o función por pertenecer a la fuerza policial.

“Vamos a pedir el cambio de carátula para que el agravante no sea tan solo el hecho de ser funcionario policial, sino también el haber actuado con alevosía, ya que quien disparó lo hizo con saña. Este delito prevé una pena de prisión perpetua. La víctima recibió el tiro a quemarropa, en la espalda, a una distancia de 50 centímetros”, expresó Pedroza.

Son variadas las hipótesis que se tejieron en torno de lo ocurrido esa fatídica noche. Una de ellas, la que cobró más fuerza, se refería a la orden de los policías de que Mura se deshiciera del vino que estaba ingiriendo tras haber jugado un partido de fútbol con sus amigos, a quienes les habrían solicitado que abandonaran el lugar y que circularan, pero éstos se negaron. Otras se referían a problemas de patotas y una persecución de motochorrros; fueron dadas a conocer mediante un parte de prensa oficial. La realidad es que los vecinos del barrio Sarmiento expresaron que “mura increpó a los policías porque estaban tratando mal a un grupo de chicos. En ese momento comenzó el problema. Mura primero golpeó a uno de los policías, lo volteó, después forcejeó con otro y en ese momento se le acercó un tercero que tenía el arma larga y le disparó en la espalda. Después de que los policías se dieron cuenta de lo que habían hecho empezaron a gritar "vamos, vamos...'”.

Accionar no permitido

“El cuarto efectivo tiene participación necesaria porque a pesar de que su compañero tenía el arma larga y utilizó cartuchos de perdigones de plomo, no dijo nada”, sostuvo Pedroza.

Cabe destacar que los efectivos policiales no tienen permitido emplear cartuchos rojos de perdigones de plomo para cargar armas a fin de disuadir o despejar en los procedimientos, sino que pueden emplear cartuchos verdes o blancos, antitumultos, en casos extremos que representen gran riesgo.

“Tenían cachiporras, podrían haber puesto cartucho antitumulto. Eran cuatro policías contra Mura. Tenían la posibilidad de utilizar varios mecanismos y no actuar como lo hicieron”, dijo el letrado.

Después de la muerte cientos de vecinos de la zona comenzaron a marchar desde barrio El Progreso hacia la Comisaría 8, pero el puente de entrada a la barriada fue bloqueado y no pudieron continuar.

Extrañamente en varias viviendas de las manzanas 3 y 4 existen aún manchas de pintura de color verde flúo. “Dispararon como unos 50 tiros esa noche: de pintura, de goma y de plomo”, sostuvieron los residentes.

Un policía retirado también fue herido

Según documentación judicial, Mura fue trasladado esa noche en un vehículo particular por un oficial subayudante, Gustavo Figueroa, quien se encontraba en el barrio porque había dejado en su domicilio a su pareja, la oficial subayudante Melisa Fernández. Los vecinos, desesperados, le habían pedido que llevara a Mura al centro de salud de Santa Lucía, donde no pudo ser asistido ya que allí estaban realizando tareas de desinfección. Luego fue llevado al centro de salud de villa Primavera y trasladado al hospital San Bernardo, pero llegó sin vida.
Otro testimonio valorado en la causa es el de José Carrizo, quien escuchó disparos y junto con su esposa, Ana Collar, encontró a dos policías en el patio de su casa armados con escopetas y realizando disparos hacia la calle. Uno de los efectivos se dio vuelta, le apuntó y le disparó a tres metros y medio de distancia, lesionándolo en el pecho y el rostro. Existe una denuncia por el hecho.
En la causa se valoran las declaraciones testimoniales de vecinos, actas de procedimiento y secuestro de armas de los policías, toma de muestras e informes policiales.
Según lo incorporado hasta el momento, no pudieron surgir hipótesis que hagan razonable la utilización de armas de fuego con bala de plomo, a tan corta distancia, como efectivamente se efectuara el disparo.
La decisión fiscal fue firmada por Gabriela Buabse.
 

 

PUBLICIDAD