A pesar del hermetismo que rodean las investigaciones en torno a la increíble estafa que sufrió el empresario tartagalense y gerente de la empresa de servicios petroleros Upetron, Alfredo Abud, este medio pudo conocer que hasta el momento nada se conoce del Ángel de Luz Aída, como se hacía llamar una brasileña quien junto a un hijo y a la novia de este se afincaron hace menos de 40 días en Tartagal.
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A pesar del hermetismo que rodean las investigaciones en torno a la increíble estafa que sufrió el empresario tartagalense y gerente de la empresa de servicios petroleros Upetron, Alfredo Abud, este medio pudo conocer que hasta el momento nada se conoce del Ángel de Luz Aída, como se hacía llamar una brasileña quien junto a un hijo y a la novia de este se afincaron hace menos de 40 días en Tartagal.
Abud denunció en la Brigada de Investigaciones 4 de Tartagal que Aída, luego de hacerle “un trabajo” para librarlo del mal a él y a su dinero, le sustrajo la suma de 810.000 pesos que pertenecían a la mencionada empresa de servicios y que, según se conoció, eran para pagar sueldos atrasados y a proveedores que desde principio de año le reclamaban a Upetron por deudas no abonadas.
Varios de estos proveedores estaban al tanto del acuerdo con una petrolera rusa. La empresa, dedicada a la perforación de pozos, había conseguido un contrato de la Petrolera San José que opera en el yacimiento Puesto El Guardián (jurisdicción de Pichanal) y esperaban para estas semanas que desde Europa del Este envíen una fuerte suma de dinero hacia Tartagal para hacer frente a esos compromisos, dinero que se llevó “Aída”. Algunos socios de Upetron, una empresa conformada por ex trabajadores de YPF que fueron consultados en su base operativa ubicada en el llamado Parque Industrial de General Mosconi, dijeron desconocer absolutamente todo en torno a la denuncia del gerente de la empresa contra Aída. "Estamos esperando que venga Abud y que explique qué pasó con un dinero. Pero desde ya le digo que nosotros no manejábamos esa suma que menciona el diario (810.000 pesos que le habría birlado la vidente al gerente Abud). Hasta ahora, todo lo que sabemos, lo sabemos por El Tribuno" manifestó uno de los miembros de la empresa de servicios.
Más demonio que ángel
En Tartagal causó verdadero revuelo la información dada a conocer por este medio, ya que la brasileña Aída llegó a la zona hace no más de 40 días, pero se relacionó con mucha gente. Lo llamativo era que se manejaba con dólares, muy pocas veces con moneda argentina, pagaba sin chistar y hasta ofreció abonar por el alquiler de una vivienda céntrica seis meses adelantados. Así lo confió a este medio un agente inmobiliario a quien Aída buscó para alquilar la vivienda de un conocido comerciante de Tartagal, quien le pidió la suma de 6.000 pesos por mes si abonaba con esa modalidad. Aída adquirió en una conocida casa de electrodomésticos televisores de última generación y los pagó de contado”, confió ayer un comerciante.
La manosanta alquiló una vivienda ubicada en 24 de Septiembre 55, para atender allí a los clientes a los que les prometía solucionarles problemas de pareja, económicos o de cualquier otra naturaleza mediante la numerología, el tarot, los caracoles y otras prácticas parecidas. Para darse a conocer, puso avisos en radio, televisión y en la prensa gráfica.