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Informe de Snowden salpica toda Europa

Domingo, 03 de noviembre de 2013 01:23

Los documentos de Edward Snowden ya no son un escándalo solo para los Estados Unidos. Esto es así ya que los servicios secretos españoles colaboraron con los servicios secretos británicos -a través de una empresa privada británica en rastreos encubiertos en internet- según documentos filtrados por el “topo” y publicados por la edición electrónica de The Guardian.

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Los documentos de Edward Snowden ya no son un escándalo solo para los Estados Unidos. Esto es así ya que los servicios secretos españoles colaboraron con los servicios secretos británicos -a través de una empresa privada británica en rastreos encubiertos en internet- según documentos filtrados por el “topo” y publicados por la edición electrónica de The Guardian.

En su enésima entrega sobre los papeles de Snowden, el diario londinense explica las estrechas relaciones entre los servicios secretos de varios países europeos y cómo el GCHQ, el cuartel general de escuchas del espionaje británico, asesoró a sus colegas de esos países para sortear sus respectivas legislaciones nacionales.

Los documentos revelan cómo los servicios secretos británicos se declaran admirados por la capacidad técnica de los servicios secretos alemanes y desesperados por las dificultades que han de superar con los italianos.

El espionaje español obtiene buena nota en esta colaboración paneuropea, y en particular de los servicios secretos alemanes, franceses, españoles y suecos “para desarrollar métodos de vigilancia masiva en internet y tráfico telefónico durante los últimos cinco años en estrecha colaboración con la agencia británica de escuchas GCHQ”, publica el diario.

Los documentos filtrados por Edward Snowden hacen hincapié en dos aspectos: por un lado, las crecientes relaciones encubiertas entre los servicios secretos europeos con compañías privadas de telecomunicaciones para facilitar el rastreo de la red. Y, por otro lado, el papel jugado por el GCHQ británico para asesorar a sus homólogos europeos sobre cómo sortear sus propias leyes nacionales que restringen el poder de las agencias de inteligencia.

El diario londinense subraya en ese sentido la irónica reacción del general Keith Alexander, director de la NSA, la agencia de escuchas estadounidense, que vino a acusar de hipocresía a los países europeos por su reacción a las informaciones de que la agencia que él dirige estaba espiando en Europa. “Algunos de ellos me recordaron aquel pasaje de la película Casablanca en la que un protagonista exclama: “Por Dios, en este local se juega”, declaró Alexander. Quien se sorprende de que en ese local se juegue es precisamente el dueño del local y organizador de las sesiones ilegales de apuestas. Los documentos revelan precisamente la admiración de los británicos por la avanzada tecnología de los alemanes.

 

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