Un lujo. No se necesitan otros calificativos para lo que fue el estreno anoche de “Atahualpa”, la creación de Roberto Lazo, director del Ballet Folclórico de la Provincia, y que hoy, con la segunda función, cerrará un año indiscutiblemente fructífero.
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Un lujo. No se necesitan otros calificativos para lo que fue el estreno anoche de “Atahualpa”, la creación de Roberto Lazo, director del Ballet Folclórico de la Provincia, y que hoy, con la segunda función, cerrará un año indiscutiblemente fructífero.
La interpretación de la Orquesta Sinfónica de la composición musical, creada exclusivamente para la obra por Gerardo Di Giusto, fue magistral. La conjugación de sonidos con los instrumentos étnicos incorporados para este ballet, lograron un estado emocional en el espectador casi intransferible, quizá porque está cargado de americanismo, de ese que nos enorgullecemos los que nacimos en esta prodigiosa tierra. Y si los creadores de esta puesta en escena quisieron conmover y sorprender, lo lograron con la especial dinámica de los movimientos musicales y de la danza. En la imaginación e ideario de cada uno quedará la interpretación de aquel momento histórico, pero en lo que seguramente todos los espectadores coincidirán es en la proyección que logra la obra sobre la grandeza, esplendor y dolor de una civilización que nos identifica.