El hockey salteño tuvo hasta hace muy poco a Ariel Mairata como entrenador del equipo más importante de la provincia: Popeye BC. Club que bajo su conducción ganó todo lo que se propuso, entre lo que figura un bicampeonato de Liga Nacional, algo completamente impensado años antes.
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El hockey salteño tuvo hasta hace muy poco a Ariel Mairata como entrenador del equipo más importante de la provincia: Popeye BC. Club que bajo su conducción ganó todo lo que se propuso, entre lo que figura un bicampeonato de Liga Nacional, algo completamente impensado años antes.
El recambio generacional y la solidez de muchas de sus jugadoras son considerados hoy aportes que mantienen al tucumano como uno de los grandes responsables.
Seis años y medio después de su arribo a Salta, Mairata se despidió de sus jugadoras con una frase que no cierra del todo pero que él mismo se encarga de repetirlo una y otra vez: “Fue un ciclo que se cumplió”. La frase que explica la partida -por decisión propia- de un hombre que trajo al hockey de nuestra provincia un antes y un después y el lema del “sí se puede” más reflejado que nunca en las canchas.
Radicado nuevamente en Tucumán y viviendo por estas horas un ambiente puramente hockístico por la presencia de la World League femenina y Las Leonas, Ariel Mairata dialogó con El Tribuno.
¿Qué pasa hoy por tu cabeza después de haberte despedido de Popeye?
Hoy tengo la cabeza puesta en mis nuevos proyectos, ya hice el balance hace un tiempo, cuando tome la decisión de no seguir en el club y el saldo fue altamente positivo. Hoy mi cabeza y toda mi energía están puestas en mis nuevos proyectos que no son pocos, por suerte (entre ellos, la conducción técnica del Jockey Club de Tucumán).
¿Sentís que quedó algo pendiente?
No, siento que no quedó nada pendiente, nunca me guardé nada... siempre a la hora de trabajar lo hicimos con todo el compromiso del mundo y sé que las jugadoras sentían lo mismo. El el que no daba todo no podía participar de este equipo. Además, deportivamente con este grupo ganamos todo, y no lo hicimos desde “el ganar a cualquier costo”, lo hicimos con trabajo y mucha disciplina.
¿Qué cosas buenas te dejaron estos años en Popeye y qué cosas malas?
De bueno, tuvo mucho... crecimos como equipo, pude ser participe de la evolución de muchas jugadoras y jugadores (entrenó también algunas temporadas al equipo masculino de Popeye y, recientemente, a Gimnasia y Tiro). Participamos de las competencias a nivel clubes más importantes del país. Crecí como entrenador y pude llevar adelante mis ideas de conducción sin problemas, el club me dio esas posibilidades y las aproveche al máximo. Malo... muy pocas cosas, un día entendí que mientras yo tenga claro lo que es bueno lo demás no debe ser importante. Ocurrieron cosas extrañas pero la energía siempre estuvo puesta en superar rápido lo que haya sido malo.
¿Regresarías a dirigir en Salta?
No lo sé... hoy sólo pienso en hacer lo mejor posible las cosas en Tucumán, ya que eso es algo que sí tengo pendiente. Tengo un lindo desafío por delante, y siento que en Salta ya hice mucho por el crecimiento del Club Popeye y en el tiempo que me tocó dirigir a los chicos de Gimnasia y Tiro también.
Uno no cierra ciclos cuando se esta cómodo. ¿Que determinó tu desvinculación?
Creo que los ciclos se terminan, no sé si por sentirse incómodo... en mi caso fue una suma de cosas. Con las chicas en este ciclo pasamos todas, mantuvimos la categoría en la Liga A en el 2007 y desde ahí no bajamos nunca de los cuatro primeros en un torneo nacional, para esto hay que esforzarse y eso a veces cansa a las partes. Pero esta no fue la única razón, el desarraigo, la necesidad de nuevos proyectos y el poder ser parte de proyectos más ambiciosos que me permitía la dirigencia del hockey tucumano quizá fueron las razones que más inclinaron la balanza.
¿Cómo pensás que repercutirá la World League que se está jugando en Tucumán?
Es el primer torneo en la región de esta envergadura. Creo que ya le sirvió al hockey tucumano y va a marcar un antes y un después. Este tipo de eventos sirven para aprender de todo, organización, cómo se mueven los mejores equipos y, deportivamente, muchas otras cosas que no vemos habitualmente... Ojalá traiga progreso después
¿Te ves dirigiendo a Las Leonas?
Es un sueño... ¿quién no? (Risas).