“Nosotros éramos siete gauchos, que hicimos un esfuerzo enorme para venir porque somos de General Mosconi; queríamos participar en el desfile por el Bicentenario y no nos dejaron”, se quejó Luis Córdova, presidente del fortín “Carlos Manuel Córdova”, de esa localidad norteña.
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“Nosotros éramos siete gauchos, que hicimos un esfuerzo enorme para venir porque somos de General Mosconi; queríamos participar en el desfile por el Bicentenario y no nos dejaron”, se quejó Luis Córdova, presidente del fortín “Carlos Manuel Córdova”, de esa localidad norteña.
Eran casi las 13. El sol calentaba la siesta en dura disputa con las nubes. Unos 300 gauchos esperaban su turno para pasar frente al palco oficial montado en el monumento 20 de Febrero. Estaban en el “detrás de escena”. De repente una columna de policías abrió paso a dos comparsas que lucen en el carnaval. Con silbatos, cajas y gorros pasaron frente a las autoridades.
- “Señoras y señores, se da por finalizado el desfile. Aquellos fortines que quieran hacer su paso para la gente, pueden hacerlo”. Así cerró oficialmente el locutor el desfile por los 200 años de la Batalla de Salta, apenas pasó el último indio. El gobernador Juan Manuel Urtubey y el vicepresidente Amado Boudou se habían levantado de sus asientos en el palco oficial y sin ellos parecía que el acto perdía sentido.
La decisión desconcertó a los 300 gauchos que quedaron sobre sus caballos, con sus uniformes y monturas para la excepcional ocasión. La sorpresa por el abrupto cierre del acto se transformó en malestar y enojo en cuestión de segundos.
“La organización no ha sido la óptima -dijo Córdova- y eso sorprende porque en Salta se hacen actos grandes como el 17 de junio cuando se recuerda al general Gemes”.
Dijo sentirse “dolido porque vinimos de lejos, con la ayuda de algunos amigos. Hacía 17 años que no participábamos de un desfile en Salta. Y veníamos con una ilusión muy grande al Bicentenario de un hecho tan especial como la batalla de Salta”.
Por estar tan lejos de la capital, “no podemos participar del sorteo para fijar el orden del desfile, pero los organizadores saben que venimos de muy lejos, entonces nos podrían haber dado un lugar para desfilar”.
En el monumento igual que en el río
El episodio de ayer que relegó a 300 fortines de gauchos, la mayoría de ellos del interior provincial, pareció ser el segundo capítulo de una misma historia. Aún sobre sus caballos, varios gauchos recordaron ayer lo sucedido el 13 de febrero, cuando se hizo un acto en el monumento que está a orillas del río Juramente, para recordar los 200 años de la jura de obediencia a la Asamblea del Año XIII y la Bandera Nacional.
Ese día, antes de que comenzara el acto, los fortines fueron informados por una persona del protocolo del gobernador Juan Manuel Urtubey, de que desfilarían después del Ejército. Sin embargo, cuando les tocaba pasar, el acto se dio por terminado. Solo el apoyo del público que se dio cuenta de esto y el deseo de homenajear al general Belgrano, hicieron que los fortines como la agrupación “Grupo Patriótico Juvenil” y la Marcha Patriótica desfilaran.