El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, fue la estrella de la jornada, ya que a él apuntaban todas las cámaras.
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El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, fue la estrella de la jornada, ya que a él apuntaban todas las cámaras.
Junto con un Urtubey sonriente posó para la foto al momento de dar inicio al desfile cívico militar. Allí permanecieron juntos, intercambiando ideas y opiniones.
Y el vicepresidente volvió a demostrar su trato indiferente y hasta agresivo con los trabajadores de prensa que loincomodan con preguntas.
Lo mismo había hecho Juan Manuel Urtubey al inaugurar las refacciones en la Casona de Castañares, el pasado 18 de febrero.
Al finalizar ese acto, el lunes pasado, el gobernador de Salta no dialogó con ningún trabajador de prensa y salió sin realizar declaraciones, casi como escapando.
Lo mismo hizo el vicepresidente al término del desfile de ayer. Cuando bajó obligadamente del palco de las autoridades enfrentó a los periodistas con una sonrisa burlona sin contestar ni una sola pregunta.
Los temas como coparticipación, re reelección y los abucheos recibidos no fueron nunca respondidos por el vicepresidente.
Luego, a las 13.30 aproximadamente, fue trasladado hacia un sector fuertemente custodiado por detrás del inmenso escenario montado en el Campo de la Cruz.
El acceso estuvo extremadamente restringido, especialmente para la prensa.
Un solo medio
El único móvil de prensa presente dentro del cerco vallado era el perteneciente a Canal 9.
Fue entonces cuando el vicepresidente estuvo cómodo. Comió empanadas y bromeó con los hermanos Urtubey dentro de una carpa aún más exclusiva.
Luego subió al escenario, dio su discurso, saludó y bajó a extender sus manos hacia las personas que habían logrado llegar al borde de las vallas de seguridad donde tampoco dio declaraciones.
Este medio tuvo la chance de posicionar en dos oportunidades a dos cronistas en frente del funcionario y en las dos situaciones nunca enunció ni una sola palabra.
Lo mismo sucedió durante la mañana de ayer, en el hotel donde pasó la noche Boudou, cuando el periodista Abel Díaz lo entrevistó en la calle.
La nota comenzó amena ante una pregunta simbólica.
Los ánimos se fueron encendiendo cuando Díaz le preguntó sobre los carteles pegados en la ciudad en su contra y sobre la causa Ciccone; allí se escapó diciendo: “Correte pibe que estás molestando”.
Momentos antes ya había estado con un equipo de periodistas del canal del gobernador Urtubey.
Seguridad extrema
Las restricciones de acceso no solo fueron para los trabajadores de prensa.
Durante la mañana de ayer fueron muchos los vecinos de la zona norte que organizaron y fabricaron pancartas expresando su descontento con la visita del vicepresidente.
Las prohibiciones también recayeron sobre ellos.
Fue la Policía de la Provincia la que se encargó de impedir el paso de los manifestantes contrarios al Gobierno al Campo de la Cruz.
Una columna de efectivos se apostó en calle Ibazeta impidiendo el paso de los vecinos.