Habla con la tranquilidad y la soltura de un hombre que conoce más que bien el mundillo del sindicalismo argentino. No tiene pelos en la lengua para decir que desde adentro del Gobierno “quieren echar” a la CGT conducida por Antonio Caló. El titular del gremio de la Sanidad pasó por Salta y dialogó con El Tribuno. El gremialista llegó a esta provincia para la asunción de las autoridades locales de su gremio. El sindicalista, que lleva unas tres décadas al frente de Fatsa, apuntó contra Moyano y lo acusó de ser uno de los provocadores de la ruptura de la CGT: “Moyano dijo quiero ser presidente y además hace algunas alusiones cuasimafiosas que yo no alcanzo a entender ni descifrar. Cuando habla de que lo quieren meter preso no sé a quién está dirigido ese mensaje o cuando trata de traidora a la Presidenta”. Pese a esto, Carlos West Ocampo es un convencido de que la CGT se volverá a unificar: “Creo que estamos pasando por un momento de transición y en la medida que encontremos racionalidad y dejemos de lado intereses personales, individuales o espurios con menos personalismo, vamos a la unidad”. También se mostró muy alertado por la creciente inflación, pidió que se tenga en cuenta la palabra de los trabajadores y aseguró que los congelamientos de precios no sirven.
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Habla con la tranquilidad y la soltura de un hombre que conoce más que bien el mundillo del sindicalismo argentino. No tiene pelos en la lengua para decir que desde adentro del Gobierno “quieren echar” a la CGT conducida por Antonio Caló. El titular del gremio de la Sanidad pasó por Salta y dialogó con El Tribuno. El gremialista llegó a esta provincia para la asunción de las autoridades locales de su gremio. El sindicalista, que lleva unas tres décadas al frente de Fatsa, apuntó contra Moyano y lo acusó de ser uno de los provocadores de la ruptura de la CGT: “Moyano dijo quiero ser presidente y además hace algunas alusiones cuasimafiosas que yo no alcanzo a entender ni descifrar. Cuando habla de que lo quieren meter preso no sé a quién está dirigido ese mensaje o cuando trata de traidora a la Presidenta”. Pese a esto, Carlos West Ocampo es un convencido de que la CGT se volverá a unificar: “Creo que estamos pasando por un momento de transición y en la medida que encontremos racionalidad y dejemos de lado intereses personales, individuales o espurios con menos personalismo, vamos a la unidad”. También se mostró muy alertado por la creciente inflación, pidió que se tenga en cuenta la palabra de los trabajadores y aseguró que los congelamientos de precios no sirven.
¿Esperaban un aumento mayor al anunciado por la Presidenta en el piso del mínimo no imponible de Ganancias?
Sí, por supuesto que esperábamos mucho más, porque además al ser a partir de marzo es menos del 20%, porque es anual y en el medio negociamos paritarias y volvemos al mismo lugar. Pero al no modificarse la tabla va a haber más trabajadores y más jubilados que paguen más ganancias, algo que es casi insólito. Comprendemos las razones del Estado. Comprendemos la necesidad económica y financiera que tiene la Nación. Aunque evidentemente uno de los componentes de la inflación es la emisión, al momento que se pone el cepo sobre las provincias para que no aumenten los salarios aparece una emisión que está por encima de lo conveniente. Creemos que debería haber un diálogo más sincero con el movimiento obrero.
Pese a esto, el sector de la CGT que conduce Antonio Caló, del que usted forma parte, ¿se va a alejar de la Casa Rosada?
No. Lo dijimos en el congreso en el que elegimos este actual consejo directivo. Nosotros no nos vamos aunque nos echen, porque muchos nos quieren echar. Nosotros vamos a pelear desde adentro, somos parte del modelo y de este proyecto. Entonces como parte del proyecto queremos que nos traten bien.
Usted señala que hay una crisis en el sindicalismo, en este contexto ¿piensa que se puede volver a juntar la CGT?
Los dirigentes somos circunstanciales y los dirigentes somos los que provocamos las divisiones. Si ve lo que reclama una u otra CGT, el reclamo es más o menos lo mismo. Lo que pasa es que Moyano dijo quiero ser presidente y además hace algunas alusiones cuasimafiosas que yo no alcanzo a entender ni descifrar. Cuando habla de que lo quieren meter preso no sé a quién está dirigido ese mensaje o cuando trata de traidora a la Presidenta. Hay mensajes que deberían preguntarle a Moyano de qué se tratan porque no son cuestiones que compartamos ni todos los trabajadores ni todos los dirigentes que no tenemos nada que ver. Y eso evidentemente está influenciando en todo su accionar, por eso digo que la provocamos los dirigentes. Creo que fuera de eso siempre hay en el movimiento obrero un sentido de unidad que debe ser la base de nuestra organización, de nuestra lucha y es la herencia que recibimos y por lo que debemos luchar todos. La unidad del movimiento obrero es un objetivo siempre irrenunciable. Pero siempre somos los dirigentes los que ponemos en duda los principios y damos lugar a expresiones de quienes se proponen destruir este modelo sindical.
¿Cree que a la larga va a terminar uniéndose la CGT?
Sí, no tengo duda. Creo que estamos pasando por un momento de transición y en la medida que encontremos racionalidad y dejemos de lado intereses personales, individuales o espurios con menos personalismo, vamos a la unidad.
¿Ustedes tienen un piso para empezar a negociar en las paritarias del gremio de la Sanidad?
Creo que todos tenemos un piso en la cabeza que trataremos de llevarlo adelante al momento de discutir nuestra paritaria.
¿Cómo cree que se van a dar las negociaciones?
Estamos realmente preocupados. No creemos que esto se solucione simplemente con aumentos de sueldo, si no se toman medidas que sirvan para parar el crecimiento desmedido de los precios. Hay una vieja receta que dice: si hay más inversión y más oferta, los precios tienen que bajar. Acá lo insólito es lo que está pasando. Porque si se congelan los precios y desaparecen los productos afectará a los sectores más vulnerables.
¿Y es posible congelar los precios?
Y es muy difícil controlar toda la cadena de comercialización; porque podemos hablar de cadenas de supermercados, pero sabemos que el circuito de comercialización es mucho más extenso y nuestros compañeros se provén de todo el circuito no de una o dos bocas de expendio. Nuestra preocupación es importante y seria. No queremos que se solucione simplemente con las paritarias ni congelando salarios ni precios, hay que tomar medidas que sirvan para frenar la inflación. Esto a nosotros obviamente nos preocupa. El Gobierno por lo menos ya ha reconocido algo que hasta ahora no reconocía: que hay un problema de precios y si hay un problema de precios hay un problema de salarios. Esto es así. Son las dos puntas de la misma ecuación.