La Fiscalía de San Isidro que investiga a empleadas del jardín y guardería Tribilín por maltrato a niños realizó ayer un allanamiento al local ubicado en la calle O'Higgins, en San Isidro.
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La Fiscalía de San Isidro que investiga a empleadas del jardín y guardería Tribilín por maltrato a niños realizó ayer un allanamiento al local ubicado en la calle O'Higgins, en San Isidro.
El operativo, ordenado por el fiscal Franco Servidio, fue concretado por personal de la Policía bonaerense, que debió forzar la puerta principal de la vivienda.
La Justicia busca recabar datos y evidencias sobre la forma en que eran tratados los niños que concurrían a ese jardín, tras la denuncia de los padres que detectaron con un grabador escondido que las encargadas del lugar los insultaban y amenazaban.
Ayer, Yanina Gogonza, una de las maestras acusadas de maltrato infantil, escapó de su casa en el auto de su padre, llorando y sin hacer declaraciones a la prensa.
“Soy el padre, pero ella es mayor de edad”, afirmó el hombre antes de que su hija subiera al vehículo y se alejara de los micrófonos.
Diego Hernayes, papá de la nena de un año y medio que asistía al jardín maternal Tribilín y quien decidió realizar una grabación, dijo ayer que desde que su hija no va a esa institución “se la ve muy bien, pero todavía tiene pesadillas por las noches”.
Por otro lado, señaló que “además de Yanina Gogonza, trabajaba su hermana, y su madre era la cocinera”.
Gustavo Posse, intendente de San Isidro, afirmó con respecto a la responsabilidad de que el jardín funcionara que “la ley impide que los municipios puedan intervenir en el área docente”.
En el mismo sentido, el funcionario apuntó: “En estos casos, el único autorizado para actuar es el Ministerio de Educación de cada provincia”. Sin embargo, se negó a afirmar que la responsabilidad sea del Gobierno bonaerense. Lo que sí remarcó una y otra vez es que su gestión no tiene la culpa.