El procesamiento y la prisión preventiva de los policías Matías Eduardo Cruz, Alberto Ontivero, Leonardo Serrano, Marcos Gabriel Gordillo y Héctor Raúl Ramírez, acusados de torturar a dos jóvenes en la comisaría 11 de General Güemes, entre el 24 de mayo y el 1 de junio 2011, fue confirmado ayer por la Sala I del Tribunal de Impugnación, integrada por los jueces Abel Fleming y Julio Pancio.
También fue confirmado el procesamiento de Roberto Barrionuevo, quien habría filmado con su celular el video que tomó estado público en internet en 2012, por el delito de omisión de denunciar el delito de tortura.
Por otra parte, a Luis Omar Vivas (subjefe) y Beatriz Campos (jefa de la seccional) se les dictó falta de mérito.
El Juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah, ya había resuelto el procesamiento en setiembre de 2012 y luego éste fue apelado por las defensas técnicas respectivas.
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El procesamiento y la prisión preventiva de los policías Matías Eduardo Cruz, Alberto Ontivero, Leonardo Serrano, Marcos Gabriel Gordillo y Héctor Raúl Ramírez, acusados de torturar a dos jóvenes en la comisaría 11 de General Güemes, entre el 24 de mayo y el 1 de junio 2011, fue confirmado ayer por la Sala I del Tribunal de Impugnación, integrada por los jueces Abel Fleming y Julio Pancio.
También fue confirmado el procesamiento de Roberto Barrionuevo, quien habría filmado con su celular el video que tomó estado público en internet en 2012, por el delito de omisión de denunciar el delito de tortura.
Por otra parte, a Luis Omar Vivas (subjefe) y Beatriz Campos (jefa de la seccional) se les dictó falta de mérito.
El Juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah, ya había resuelto el procesamiento en setiembre de 2012 y luego éste fue apelado por las defensas técnicas respectivas.
Finalmente, los magistrados consideraron válida la calificación dada a los hechos por la intensidad de la agresión o el tormento tendiente a quebrar la voluntad de las víctimas. “La colocación de una bolsa plástica en la cabeza a una persona, de modo de impedirle la entrada de aire por las vías aéreas superiores, es una de las prácticas de la más refinada y cruel de las torturas, conocida como el ‘submarino seco’. Sólo quien impone la tortura sabe cuándo va a cesar la maniobra, y lo será antes de que se provoque la consecuencia fatal de la asfixia o del ahogo. Pero la perspectiva desde la apreciación de la víctima es la de la concreta sensación de muerte. En su instinto de supervivencia desesperadamente tratará de insuflar aire”, argumentaron.
Los jueces recordaron que los hechos se produjeron en ámbitos públicos por lo que no puede argumentarse resguardo de intimidad. También advirtieron que “existen elementos que autorizan a entender que la filmación fue lograda con conocimiento de los involucrados.
“Esto lo sostienen los damnificados y lo corrobora la filmación en la que puede observarse que Barrionuevo abandona la tarea de camarógrafo para convertirse en aguatero”, finalizaron.