La hermana Gregoria Colil, responsable del comedor que funciona en el barrio Asunción, aún recuerda lo que vivieron durante el año 2001, cuando no paraban de llegar familias al comedor “Casa de Nazaret”. “Fue duro, pero por suerte en 2003 bajó. Ahora, otra vez empezamos a ver que de a poco se acerca más y más gente a comer”, comentó a El Tribuno la religiosa.
inicia sesión o regístrate.
La hermana Gregoria Colil, responsable del comedor que funciona en el barrio Asunción, aún recuerda lo que vivieron durante el año 2001, cuando no paraban de llegar familias al comedor “Casa de Nazaret”. “Fue duro, pero por suerte en 2003 bajó. Ahora, otra vez empezamos a ver que de a poco se acerca más y más gente a comer”, comentó a El Tribuno la religiosa.
“Hay varios abuelos que están solos, no tienen nada, ni para comer. Aquí vienen, albergamos a algunos y los contenemos durante el día”, describió Gloria Escalante, encargada del comedor “Sopita de Letras” de barrio Ceferino.
Piden ayuda
En Finca Independencia funciona el comedor “Soldaditos de Cristo”. “Necesitamos ayuda para seguir alimentando a los chicos de la zona, nos quedan pocos víveres. Le pedimos a la gente que nos traiga lo que pueda a Esteban Echeverría 84”, suplicó Juana Gutiérrez.
“Nosotros subsistimos con donaciones, no recibimos fondos del Gobierno. Cuando compramos, lo hacemos en el barrio que es mucho más barato, no vamos al supermercado”, dijo El Tribuno.
A diferencia de los otros centros de contención, en Finca Independencia los 100 chicos de entre 6 y 14 años, comen a las 18.30, cuando finalizan las clases en el turno tarde. Es un almuerzo atrasado y una cena anticipada, el plato fuerte para pasar de un día al otro día.