Predispuesto con la grandeza de los maestros, minutos después de su llegada a Salta, Héctor Roca se acercó a la redacción del diario El Tribuno para dialogar y dejar algunos conceptos de su pupilo, Carlos Abregú. El Potro será semifondista de Sergio “Maravilla” Martínez el próximo 27 de abril en la megavelada que se desarrollará en el estadio de Vélez. En tal sentido, el panameño se instaló en la provincia para entrenar y acompañar al Potro.
inicia sesión o regístrate.
Predispuesto con la grandeza de los maestros, minutos después de su llegada a Salta, Héctor Roca se acercó a la redacción del diario El Tribuno para dialogar y dejar algunos conceptos de su pupilo, Carlos Abregú. El Potro será semifondista de Sergio “Maravilla” Martínez el próximo 27 de abril en la megavelada que se desarrollará en el estadio de Vélez. En tal sentido, el panameño se instaló en la provincia para entrenar y acompañar al Potro.
“Estaba ansioso por conocer Salta porque Pablo (Martínez, manager del Potro) me ha hablado tanto de este lugar, que Salta de aquí, Salta de allá. Cuando llegaba a Salta en avión me pareció muy lindo, muchos cerros, parecido como cuando vas a Panamá. Estoy muy contento de llegar a Salta”, sostuvo Héctor Roca.
Sobre el Potro Abregú, número uno del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y campeón sudamericano welter, el maestro Roca señaló: “Es un gran peleador, muy inteligente, Vamos a seguir trabajando para que escuche más, él comprendió que el boxeo no es tirar golpes, es usar la cabeza y saber cómo y cuándo llegar al contrincante”.
A diferencia de las primeras prácticas, Roca pone el acento en la interacción que se fue creando con el tiempo junto al boxeador. “Nos llevamos muy bien, nos conocemos bien como una familia. El Potro es un tipo muy inteligente”. Según el entrenador y manejador de nada menos que 20 campeones del mundo, después del combate con Antonin Decarie el 27 de abril, a “Carlos le van a quedar dos correas más. Puede ser la de campeones de la 54 (se refiere a las 154 libras, sería en la categoría supewelter) porque es muy fuerte. En la 47 (147 libras, welter) trabaja para ser el mejor, pero en la 54 va a trabajar más cómodo. Sinceramente, Abregú será campeón del mundo, va a ser doble campeón del mundo”, tiró Roca.
A la hora de comparar al Potro con algunos de los campeones que tuvo Roca, el entrenador lo comparó con Boy Maghreb, “a este lo agarre igual que Abregú. Boy era un boxeador que trabajaba muy parado, no tenía defensa y le corregimos algunas de esas cosas y fue tres veces campeón mundial. Abregú es mucho más fuerte que Boy, el Potro tiene todo para ser un súper campeón. Además sabe tratar con la gente, no es creído o engreído y esas personas tienen pasta de campeones mundiales”.
“Todo el mundo me pregunto cómo hizo Abregú para ganarle a Dulorme (fue KOs7) porque es un monstruo, sin embargo Abregú lo hizo ver como una palomita. Esto quiere decir que Carlos tiene muchas cosas positivas para seguir sacando, en eso vamos a trabajar”, expresó Héctor Roca.
De ciclista olímpico a maestro
Con más de 50 años en el mundo del boxeo, Héctor Roca es de esas personas que cuentan con un sin fin de historias para contar. Además de haber entrenado a 20 campeones del mundo, el panameño trabaja desde hace mucho tiempo en el mítico Gleason GyM, un punto de encuentro para verdaderas glorias el pugilismo internacional como Rocky Marciano o el polémico Mickey Tayson, entre otras grandes leyendas. Actualmente es el jefe técnico del GyM, aunque a él no le guste ser “jefe de nadie”.
En sus comienzos dentro del universo deportivo Roca se destacó no por el boxeo sino por ser un ciclista de elite. “Competí en dos juegos olímpicos y me nombraron entrenador nacional”, comentó. A la hora de definirse como boxeador no duda en señalar que fue “malo”, al tiempo que recuerda el éxito de su padre, “fue campeón nacional” y el de su hermano, “peleó dos veces por el título del mundo”.
Sin saber bien por qué y para qué emigró a Estados Unidos, lo hizo con una mano atrás y otra adelante. “Lloré mucho y dormí varias noches en los estacionamientos de los buses”, señaló Roca. Sin embargo, su ambición por triunfar y las ganas de seguir aprendiendo lo llevaron a no bajar los brazos y seguir intentando. “Comencé trabajando con tela, los primeros tiempos limpiaba y después me perfeccioné en una escuela rápida para terminar siendo encargado. Siempre me gustó usar la cabeza y aprender”.
El deporte de los puños le llegó un día que caminaba por Manhattan, “por la 32 donde está el Madison (Squaren Garden), ahí estaba el Glaeson’s, chiquito, pequeño y me interesó. Pagué un dólar para entrar y observar. No ví calidad de boxeo, era todo ‘pega, pega, mete la mano que tú pegas duro’ y esas cosas. Entonces pensé que yo podía ser entrenador en ese lugar”, luego de dos años enseñando técnica, que es lo que mejor sabe inculcar Roca, tuvo a su primer campeón del mundo: Barkley. Son solo algunas de las miles de historias que Roca tiene para contar. Un maestro sencillo, grande de verdad.
Acerca de Maravilla
El 27 de abril Sergio Martínez expondrá la corona mediana del CMB ante el inglés Martin Murray, sobre el campeón argentino Héctor Roca dejó su opinión: “Es un gran boxeador, de los pocos que quedan con estilo. Pero hay que ver cómo quedó después de la pelea con Chávez, porque ganó pero no fue suave”. En ese sentido agregó que “hay que ver lo que quedó de Maravilla, espero que se haya recuperado bien, tampoco hay que dejar de lado su edad”, sostuvo sobre el campeón el maestro panameño.
“No soy de ver boxeo”, dijo Roca
Su experiencia y conocimiento en la materia hacen de Roca uno de los mejores entrenadores de la actualidad. Al momento de ser consultado sobre el rival que Abregú enfrentará el 27 de abril, por el título mundial de plata, Antonin Decarie, el veterano no dio demasiadas conjeturas y paradójicamente señaló: “No soy de ver boxeo”. Le basta con estar en el Gleason donde pasa gran parte de sus horas diarias, “de 5 a 18, después me gusta dormir”, comentó.
En Hollywood
Su exitosa carrera como preparador de boxeo, con 20 campeones del mundo en su haber, condujeron a Héctor Roca hacia sectores que nada tienen que ver con el boxeo pero que, de alguna manera, están relacionados. El panameño fue llamado a entrenar a Hilary Swank, la actriz que protagonizó a Maggie Fitzgerald en “Million dolar baby” (La mujer de los millones), ganadora del Oscar, película que Héctor Roca no vio, “solo el final porque no sabía cómo terminaba”. También trabajó con Jenniffer López y Ruseell Crowe, entre otros.