El monseñor Dante Bernacki, segunda autoridad de la Iglesia Católica en Salta, generó, y tal vez sin imaginarlo, el enojo de los concejales capitalinos cuando en una entrevista radial les pidió que se ocupen de los problemas de la gente y de que prioricen las necesidades del pueblo.
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El monseñor Dante Bernacki, segunda autoridad de la Iglesia Católica en Salta, generó, y tal vez sin imaginarlo, el enojo de los concejales capitalinos cuando en una entrevista radial les pidió que se ocupen de los problemas de la gente y de que prioricen las necesidades del pueblo.
Insistió en que no se arrepiente de lo que dijo y que su intención no fue herir a nadie y mucho menos generar polémica, aunque sí llamarles la atención para que se preocupen por quienes los votaron. Y eso es lo que consideró que se logró.
“Siempre digo lo que pienso. Voy al frente, y todos saben ya que ese es mi estilo. No calumnié contra nadie. Si ocupan un cargo que asuman responsabilidades”, expresó.
“El pueblo va por un lado y las discusiones del Concejo por otro”, repitió Bernacki, al tiempo que remarcó que de nada sirven las ordenanzas si es que no se cumplen: “Un instrumento público que no se cumple es ineficaz”.
Cuando el miércoles por la mañana el sacerdote se dirigió a los concejales, a raíz de un proyecto que presentó la edil Socorro Villamayor, con el que se pretende, entre otros puntos, prohibir la pirotecnia en manifestaciones religiosas, los legisladores comunales no pudieron dejarla pasar. Por eso, en la sesión del miércoles, largo rato le dedicaron a responderle al monseñor luego de que se pasara el audio de la entrevista. Casi todos los ediles le contestaron con cuestionamientos a sus dichos. Hasta se le pidió que se acerque a Dios.
“Escucharon en la sesión la grabación de la entrevista. A ver, si lo prioritario es escuchar un audio y hacer críticas, eso es perder tiempo. En esa hora podrían haber tratado otras necesidades, otros temas mucho más importantes. No se acuerden de la gente solo en las campañas”.
Bernacki sostuvo que las repercusiones no fueron malas. “Me crucé mucha gente hoy (por ayer) que no conozco pero que se acercó para decirme que coincidía con lo que dije y yo soy un ciudadano, por lo tanto, tengo todo el derecho para expresarme respetuosamente”, contó.
Le respondió al presidente del Concejo, Tomás Rodríguez: “Hay un concejal que pide que me acerque a Dios. Le cuento que desde que soy sacerdote eso es lo que hago, toda una vida”. Consideró que “si se los hubiese dicho un vecino, tal vez ni les importaba, pero como se los dijo alguien de la Iglesia, les dolió”.
De honorabilidad se trata
Bernacki hizo hincapié en la importancia de que las instituciones recuperen la honorabilidad con la que fueron constituidas y de que los políticos recuerden que el poder es un servicio. “Nos hemos olvidado que el poder lo delega el pueblo en sus representantes para que le sirvan y no al revés”. A su vez, afirmó que “no tengo temor en decir lo que pienso, como ciudadano que soy. Soy un receptor de las necesidades y las expongo”.
Los lectores opinaron
En la página de Facebook de El Tribuno, los lectores digitales se expresaron sobre la polémica que se abrió entre el monseñor Dante Bernacki y los ediles capitalinos.
En la mayoría de los comentarios nuestros lectores consideraron que el Concejo sí debe tratar temas más referidos a las problemáticas que afectan a los vecinos de la ciudad.
Destacan, incluso, la posibilidad de que se opine en contra sin que haya agresiones y descalificaciones que tiñan las discusiones.
El proyecto para prohibir los fuegos artificiales en las manifestaciones religiosas y los corsos en el macrocentro aún no fue discutido en el recinto del Concejo Deliberante. Tampoco cuenta con fecha de ingreso.