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El culebrón en el centro de salud está que arde

Viernes, 29 de marzo de 2013 15:42

El ministro de Salud, Enrique Heredia, ha demostrado poca “cintura” para proceder como corresponde con el caso del culebrón del médico y la enfermera que fueron sorprendidos en pleno acto sexual el centro de salud del barrio Intersindical, el martes pasado. Primero dijo que no había que “bastardear” el caso, con el argumento de que la privacidad está amparada por la ley y reservada a la persona y a Dios. Tras el escándalo, había trascendido que los actores del encuentro furtivo iban a ser echados, pero enseguida el ministro aclaró que esto no iba a ocurrir, que como máximo iban a ser sancionados o suspendidos. Mientras los portales de internet se llenaban de comentarios, la mayoría de ellos jocosos, Heredia volvió a aparecer en escena, esta vez para anunciar de manera insólita que el médico denunció penalmente a la persona que lo encontró en pleno acto sexual y a los pacientes por los insultos que vertieron en su contra.

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El ministro de Salud, Enrique Heredia, ha demostrado poca “cintura” para proceder como corresponde con el caso del culebrón del médico y la enfermera que fueron sorprendidos en pleno acto sexual el centro de salud del barrio Intersindical, el martes pasado. Primero dijo que no había que “bastardear” el caso, con el argumento de que la privacidad está amparada por la ley y reservada a la persona y a Dios. Tras el escándalo, había trascendido que los actores del encuentro furtivo iban a ser echados, pero enseguida el ministro aclaró que esto no iba a ocurrir, que como máximo iban a ser sancionados o suspendidos. Mientras los portales de internet se llenaban de comentarios, la mayoría de ellos jocosos, Heredia volvió a aparecer en escena, esta vez para anunciar de manera insólita que el médico denunció penalmente a la persona que lo encontró en pleno acto sexual y a los pacientes por los insultos que vertieron en su contra.

La actitud del ministro se puede interpretar como una suerte de connivencia con el hecho, ya que todo esto sucedió en un centro de salud, donde se supone que la gente concurre para recibir atención médica. A raíz de este suceso, desde los distintos barrios de la ciudad surgieron quejas por la mala atención de los pacientes que a diario concurren a esos establecimientos. Las demoras en la atención -dijeron- obedecen a la llegada tarde de los médicos y a la poca voluntad que tienen para atender a los enfermos. Lo ocurrido en el barrio Intersindical es atribuido a la falta de control del personal, y la prueba más elocuente de que esto es así la dieron los amantes que utilizaron la camilla del consultorio para saciar su sed de amor.

Esto nos trae a la memoria un hecho de similares características ocurrido hace algunos años en la Ciudad Judicial cuando una tarde un guardia escuchó gemidos en una de las oficinas. El hombre salió espantado expresando que allí había fantasmas. Luego se estableció que no había tales fantasmas, que los extraños movimientos eran provocados por una pareja de funcionarios del Ministerio Público que habían establecido allí su nidito de amor. Aquel suceso era un “secreto a voces” y quedó en eso -según dijeron- porque los amantes tenían un gran protector. En el caso que ahora nos ocupa, se comenta que el médico es pariente de un funcionario del Gobierno. Esto explicaría entonces la actitud del ministro. Heredia es el mismo funcionario que en el 2011 acusó a El Tribuno de haber inventado las muertes por desnutrición en el norte salteño. Los hechos demostraron luego que lo informado por este medio era un dato de la realidad.

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