“Siempre el argumento es que no hay plata”, reniega Marcelo Oscar Díaz, un vecino del Intersindical cuyo principal anhelo durante los años que se desempeñó como presidente del centro vecinal de ese barrio -dejó de ocupar el cargo en 2007- fue que la Municipalidad dejara en condiciones la plaza Córdoba -ubicada entre las calles Radio Santiago del Estero, Rivadavia, Litoral de Corrientes y Crónica- y la plazoleta Jaime Hernando Figueroa -situada entre Radio La Opinión y General Pico-.
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“Siempre el argumento es que no hay plata”, reniega Marcelo Oscar Díaz, un vecino del Intersindical cuyo principal anhelo durante los años que se desempeñó como presidente del centro vecinal de ese barrio -dejó de ocupar el cargo en 2007- fue que la Municipalidad dejara en condiciones la plaza Córdoba -ubicada entre las calles Radio Santiago del Estero, Rivadavia, Litoral de Corrientes y Crónica- y la plazoleta Jaime Hernando Figueroa -situada entre Radio La Opinión y General Pico-.
Díaz cuenta que en los inicios de la construcción del Intersindical y El Tribuno el terreno que ocupa la plaza Córdoba oficiaba de obrador por lo que “hay mucho concreto que habría que sacar”. Agrega que se realizó la primera etapa de la obra, en la que se colocaron bancos de cemento y ladrillos -que sufrieron el accionar de vándalos- y otros de madera. Además realizaron la caminería, pero como el terreno no está forestado los chicos y jóvenes se juntan a jugar a la pelota y su accionar constante impide el crecimiento del césped. Sin embargo, el principal problema es la carencia de juegos recreativos para los niños y de una correcta iluminación. Esto crea el ambiente propicio para que jóvenes busquen el amparo de las sombras y se junten a beber alcohol los fines de semana. La plazoleta Jaime Hernando Figueroa, por su parte, ubicada al frente del Colegio Aráoz y a la par de la ruta, no cuenta con luminarias ni agua.