Lejos de aclarar las sospechas de lavado de dinero que recaen sobre el empresario kirchnerista Lázaro Báez, Leonardo Fariña, uno de los financistas más salpicados por la denuncia pública, complicó ayer aún más las cosas con una extraña defensa televisiva: dijo que sabía de la cámara oculta y que inventó todo para “limpiar” su imagen.
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Lejos de aclarar las sospechas de lavado de dinero que recaen sobre el empresario kirchnerista Lázaro Báez, Leonardo Fariña, uno de los financistas más salpicados por la denuncia pública, complicó ayer aún más las cosas con una extraña defensa televisiva: dijo que sabía de la cámara oculta y que inventó todo para “limpiar” su imagen.
El programa “Periodismo para todos”, de Jorge Lanata, denunció que Lázaro Báez, el empresario más cercano al matrimonio Kirchner, sacó del país por fuera del sistema legal alrededor de 55 millones de euros. Esos fondos fueron transferidos hacia cuentas en Suiza de empresas radicadas en paraísos fiscales, según reseñó el ciclo televisivo.
Lo cierto es que la investigación señalaba que el hombre que estaba al mando de la logística de los millones de los Báez es Leonardo Fariña, esposo de la modelo Karina Jelinek. El solía coordinar el transporte de millones de euros en efectivo, que se llevaban desde Santa Cruz a la Capital Federal en vuelos nocturnos de aviones privados, según la denuncia.
Así es que, a unas pocas horas de que estallara el caso y causara un enorme revuelo en la Casa Rosada, al punto que son muy pocas las voces del oficialismo que salieron a desmentir la grave acusación, Fariña fue al ciclo chimenteros “Intrusos” y se entrevistó con el periodista, Jorge Rial. “Te voy a contar la verdad y te la voy a probar”, advirtió tajante el financista.
Sin embargo, su alocución estuvo lejos de la seguridad y contundencia con la que puntualizó esa frase. Más bien se lo notó nervioso, hasta contradictorio.
“Desde marzo de 2011 vengo siendo atacado por los medios. Ya me cansé. Yo no hice nada malo. Hace dos años que no puedo salir a la calle sin que me digan un montón de cosas”, comenzó Fariña.
Asimismo, negó las supuestas vinculaciones con la “ruta del dinero K” tal como lo calificó el programa conducido por Lanata.
“Yo nunca manejé bolsos con plata. Quiero ver como Elaskar, que afirmó que iba conmigo, lo prueba. Nunca vi un bolso”, apuntó.
En este marco es que sostuvo: “Estoy a disposición de la Justicia. Lo del domingo fue una ficción para caer en esto”, concluyó.
La relación con Báez y Kirchner
En el programa de Rial, Fariña dio una explicación de su extraño y desconocido vínculo con Báez. El contador dijo que se acercó a la empresa Austral Construcciones SA, la constructora del empresario, para asesorarlo porque “necesitaba una renovación de bienes de capital”.
“Austral me pagó el pasaje al Sur, y me presentaron a Martín Báez. Les propuse que utilicemos al Banco Nación para que les dé un crédito a ellos, como contratistas del Estado. Les dije que hagamos un descuento vía un fideicomiso, a través del Banco Nación”, se atajó Fariña.
“A partir de ahí empecé a tener reuniones y asesorarlo”, dijo Fariña. No amplió cómo continuaron los negocios con Báez tras ese primer acuerdo, y sólo se remitió al final de la relación. “Cuando se concretó yo ya no estaba con él por mi supuesto problema mediático”, dijo.
Entre tantos temas que se tocaron durante la entrevista, Fariña aclaró que no tiene nada que ver con Néstor Kirchner: “No soy el hijo de Néstor”. Y ratificó lo que había dicho en PPT, sobre que se relacionó con el expresidente “en un asado”, y que fue un personaje al que admiraba.
Lázaro Báez y Kunkel, minimizaron
Casi inexistentes fueron las voces del kirchnerismo desmintiendo el informe televisivo que se coló en el debate público. Así que rápidamente, Lázaro Báez inició su campaña para desmentir la denuncia a través de Prensa Libre, un diario de Santa Cruz que es de su propiedad.
Pero el rechazo a las versiones periodísticas fue a medias. El empresario habló de un ataque del Grupo Clarín, sin embargo no desmintió lo expuesto por el programa.
“Esta vez los ribetes del enfrentamiento se centraron en el terruño, principalmente en la figura del empresario Lázaro Báez”, detalla el matutino. Y sorprende con una frase en la que señala que “una presunta cámara oculta intentó vincular al empresario riogalleguense con la familia Kirchner”.
El informe detalla cada uno de los puntos centrales de la denuncia realizada en el programa de Jorge Lanata, pero plantea que todo responde a una operación mediática donde califica de “presunta” la cámara oculta a Leonardo Fariña. Desde el texto publicado se sostiene que no es la primera vez que el grupo Clarín “en la figura de su periodista”, busca emparentar a la denominada “cuna del modelo K”, es decir, Río Gallegos, con hechos de corrupción por parte del Gobierno nacional y agrega que “incluso el propio Lanata estuvo en esta provincia en ocasión de suscitarse la huelga y el autoacuartelamiento de la Policía provincial, recogiendo testimonios que abonaban a la idea de una provincia predilecta en términos económicos”.
Mientras, el legislador oficialista, Carlos Kunkel minimizó la denuncia sobre supuesto lavado de dinero. El dirigente oficialista remarcó que el Gobierno trabaja en la profunda reforma judicial que va a cambiar el funcionamiento de ese Poder.
Además, apuntó contra el periodista Jorge Lanata, al decir que “ese señor no tiene mayor representatividad que cualquiera de los oyentes”, en referencia a las denuncias formuladas en el programa “Periodismo para todos”.
“No es un tema político para que yo lo trate con seriedad, nosotros nos ocupamos de gobernar”, resaltó Kunkel en diálogo con Radio Rivadavia.