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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Uno de cada tres niños es pobre y depende de la Asignación Universal

Jueves, 04 de abril de 2013 10:33

Más de un tercio de los chicos de la provincia dependen de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para alimentarse algunos días o comprar una que otra ropa. El lunes, el gobernador Juan Manuel Urtubey se afianzó a los datos del Indec y remarcó que la pobreza solo afecta al 6% de los salteños. Sin embargo, un 37% de los niños, niñas y adolescentes necesitan de los $340 al mes que paga la Anses para subsistir. Sus padres trabajan en negro, van de changa en changa o están desocupados.
Es innegable que la AUH brinda un sostén mínimo a la familia a cargo la señora que vende bollos, de aquel que pasa de mesa en mesa por los restaurantes ofreciendo flores hasta altas horas de la madrugada, a las empleadas domésticas, a los que cuidan autos. La lista de trabajadores excluidos del sistema formal es larga.
Según los datos expuestos por el mandatario salteño, en su informe de gestión, la AUH tiene 171.961 beneficiarios. La cifra gana peso si se tiene en cuenta que la población de menores de 18 años llega a 458.264 en toda la provincia.
 

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Más de un tercio de los chicos de la provincia dependen de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para alimentarse algunos días o comprar una que otra ropa. El lunes, el gobernador Juan Manuel Urtubey se afianzó a los datos del Indec y remarcó que la pobreza solo afecta al 6% de los salteños. Sin embargo, un 37% de los niños, niñas y adolescentes necesitan de los $340 al mes que paga la Anses para subsistir. Sus padres trabajan en negro, van de changa en changa o están desocupados.
Es innegable que la AUH brinda un sostén mínimo a la familia a cargo la señora que vende bollos, de aquel que pasa de mesa en mesa por los restaurantes ofreciendo flores hasta altas horas de la madrugada, a las empleadas domésticas, a los que cuidan autos. La lista de trabajadores excluidos del sistema formal es larga.
Según los datos expuestos por el mandatario salteño, en su informe de gestión, la AUH tiene 171.961 beneficiarios. La cifra gana peso si se tiene en cuenta que la población de menores de 18 años llega a 458.264 en toda la provincia.
 

La penetración de la AUH describe la situación de vulnerabilidad que aún cargan las familias salteñas. Sin ese aporte estatal, engrosarían los ya dibujados índices de indigencia. Aunque para medir la línea de pobreza se tiene en cuenta el nivel de ingresos del un grupo familiar, la necesidad de contar con el plan deja en evidencia la fragilidad económica.
El Indec considera que $1.639 al mes son suficientes para que un hogar de cuatro miembros, dos adultos y dos niños, no sea pobre. Algunos trabajadores informales o cuentapropistas que dialogaron con El Tribuno reconocieron que llegan a ese monto y hasta lo superan si suman la asignación. En cambio, son menos los que alcanzan los $3.765,09 que marca el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana para no caer bajo la raya de la pobreza. Como aspectos positivos, la asignación fue un motor para elevar el calendario de vacunación en los menores de 11 años: en 2012 llegó al 82%, mientras cinco años atrás era del 60%. Como requisito para mantener la AUH hay que cumplir con este esquema de inmunización.
 

A la escuela
 

Eran las 18.30. Sonia Corimayo (31) tomaba a su hija (6) de la mano, a la salida de la escuela, en el barrio Solidaridad.
“Me arrepiento de no haber terminado el secundario, por eso me cuesta conseguir trabajo”, admite la mujer. Desde que se lanzó el plan, en 2009, percibe la AUH por su niña.
“Es la plata de ella, con eso le compro ropa y me sirve para que coma unos días, aunque cada vez rinde menos, porque las cosas suben. La carne nomás cuesta cerca de $40 el kilo”, agregó Sonia.
“Yo no me quedo de brazos cruzados, hago changas para sobrevivir, los $300 que nos pagan por mes es solo una ayuda. Pero casi no hay trabajo”. Si bien la ANSeS fija $340 al mes, los padres perciben el 80% y el resto se acumula y se paga al presentar la libreta escolar.
La tasa de escolaridad neta, según datos oficiales, en el nivel primario de Salta llegó al 99% en 2012 y al 79,14 en el secundario. El crecimiento de la matricula en estos años, en todos los niveles, fue del 10%. 
 

“Ni un aporte me hicieron para la jubilación”

La precariedad laboral en Salta sigue en niveles elevados. Solo en la capital, 78.500 personas trabajan en negro, más del 45%. A eso hay que sumarle los cuentapropistas no profesionales, que no pueden ofrecer obra social ni vacaciones a sus hijos.

Por suerte ayer las ventas marchaban a buen ritmo. Los 15 grados de temperatura hacían desear a varios tortilla a la parrilla. Como todas las tardes, Mónica enciende (52) enciende el carbón y calienta la parrilla, en la esquina de avenida de Las Américas e Italia.

Por día gana de $60 a $150. Si su salud se complica, no puede ir a trabajar y sus ingresos quedan en jaque. La mujer tuvo siete hijos, ya todos tienen más de 18 años. “Trabajé toda mi vida de empleada doméstica. Como tengo Mal de Chagas, ya no puedo hacer mucho esfuerzo”, comentó.

Mónica dijo que es beneficiaria de la pensión no contributiva que se paga a las madres de siete hijos. “Es un dinero seguro, porque si no ni un aporte me hicieron para la jubilación, siempre me pagaron muy poco”, indicó. Por pensión se abona $2.100 al mes, pero no es compatible con la Asignación Universal.
 

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