Hoy al mediodía, finalmente, Mirta Beatriz Marcial será operada de litiasis vesícular. La mujer que fue abandonada por la obra social del Personal de la Construcción (Ospecon) quedó internada ayer por la mañana en el hospital San Bernardo luego de ser recibida por el gerente Hugo Sarmiento Villa, quien ordenó su ingreso.
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Hoy al mediodía, finalmente, Mirta Beatriz Marcial será operada de litiasis vesícular. La mujer que fue abandonada por la obra social del Personal de la Construcción (Ospecon) quedó internada ayer por la mañana en el hospital San Bernardo luego de ser recibida por el gerente Hugo Sarmiento Villa, quien ordenó su ingreso.
El caso de esta mujer, afiliada desde hace seis años a Ospecon y dada de baja el lunes pasado, horas antes de ser operada en una clínica de la ciudad, fue publicado por El Tribuno en sus ediciones del martes y jueves pasado.
Pese a reclamos personales y públicos que hizo Mirta en las oficinas de la cuestionada obra social y en la Superintendencia de Servicios de Salud no tuvo respuestas. Es más, en Ospecon se mantuvieron firmes en desconocerla como afiliada, a pesar de que por seis años ella y sus seis hijos la ocuparon sin objeciones.
Luego de peregrinar en un estado delicado de salud, la mujer de 41 años, que es empleada doméstica, quedó internada en la habitación 8, cama 3 de Cirugía General de Mujeres. Acompañada por su familia, respiró hondo y admitió que “nunca me imaginé que existía tanto maltrato en las obras sociales”.
La cirugía se va a realizar en el San Bernardo, pero Mirta ya presentó una serie de papeles para que la institución se encargue de cobrarle hasta el último peso a la obra social del Personal Auxilar de Casas Particulares, a la que Ospecon dice que pertenece.
Si bien ahora sólo piensa en recuperarse para volver a trabajar, es probable que Mirta Marcial más adelante presente acciones judiciales contra Ospecon, que ni se inmutó ante su situación. “Lo único que yo sé es que hace seis años presenté en esa obra social mis papeles para darme de alta y nunca nadie me notificó de lo contrario”, recordó la paciente que se quedó sin cobertura de salud justo cuando más lo necesitaba.
El caso de Mirta Marcial saca a la luz las falencias de un sistema que lejos de brindarle una solución inmediata a las personas les complica la vida. “Si uno no tiene aportes tiene que pensar en deambular, pero si los tiene parece que también”, señaló a El Tribuno.