La ciudad de Gral. Güemes, por encontrarse en un punto equidistante entre otras ciudades, se ha transformado en el lugar ideal para que aquellos que se dedican al robo de motos, puedan ubicar los productos robados. La actividad delictiva se lleva a cabo en localidades vecinas, como Perico, Monterrico, San Salvador de Jujuy o la propia capital salteña, y viajan hasta Güemes para ser vendidos.
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La ciudad de Gral. Güemes, por encontrarse en un punto equidistante entre otras ciudades, se ha transformado en el lugar ideal para que aquellos que se dedican al robo de motos, puedan ubicar los productos robados. La actividad delictiva se lleva a cabo en localidades vecinas, como Perico, Monterrico, San Salvador de Jujuy o la propia capital salteña, y viajan hasta Güemes para ser vendidos.
Las primeras ventas eran realizadas en cualquier punto de la ciudad pero cuando los controles policiales se incrementaron, hubo muchos secuestros por falta de documentación o porque el rodado contaba con una denuncia por robo. La demanda disminuyó eso obligó a los delincuentes a buscar otro punto de venta, encontrando en zonas del interior.
En los últimos controles realizados en la periferia de la ciudad, entre el personal de la Brigada de Investigaciones y personal policial, se han recuperado una veintena de motos, algunas con pedido de secuestro y otras por falta de documentación.
Aun no fue posible lograr la detención de quienes se dedican al robo de motos por tratarse de personas con residencia en otras ciudades.
"La persona compradora, puedo haberlo hecho de buena fe, ya que el precio es inferior al del mercado, pero no irrisorio, en algunos casos llevan papeles falsos, en otros aceptan la entrega de una parte del dinero acordado para completar el pago cuando los papeles sean entregados, cosa no va a ocurrir” explicó el Comisario Walter Burgos.
En la mayoría de los casos se trata de peones rurales que solo se movilizan fuera de la ciudad y aseguran hacer sido estafados, “la línea entre un comprador de buena fe y otro que sabe que compra un producto robado, es muy delgada como para demostrar de qué lado está el comprador, pero sin dudas que ambos pierden el dinero abonado” explicó Burgos. Lo que se recomienda es sospechar de toda venta donde el vendedor no pueda demostrar ser el propietario y en especial si el precio es muy tentador.