“Aun cuando los indicadores de gestión del gobierno provincial de Urtubey eran positivos, condimentos locales y variables del mapa político nacional presentaban un panorama comunicacionalmente complejo”, empieza la descripción del jurado.
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“Aun cuando los indicadores de gestión del gobierno provincial de Urtubey eran positivos, condimentos locales y variables del mapa político nacional presentaban un panorama comunicacionalmente complejo”, empieza la descripción del jurado.
Como en un cuento de hadas, el relato agregaba: “Promediaba el verano del año 2011 y la campaña electoral se intensificaba”. Pero no todo era color de rosas. “Desde noviembre de 2010, Alfredo Olmedo trabajaba su imagen y campaña con vía pública y vehículos ploteados con su nombre que recorrían la provincia. Todo fuera de los parámetros establecido por la Ley electoral”, planteaba el documento.
Pero ese no era el único desafío para el Equipo de Comunicación Salta, integrado por el coordinador de Prensa de la gobernación, Juan Pablo Rodríguez, que le dijo a El Tribuno que fue a recibir el premio en calidad de militante justicialista.
“Copó con merchandising cada rincón de Salta llegando a sortear electrodomésticos en sus actos y una camioneta 4x4 en el cierre de la misma”, pero como si la aparición de Olmedo con sus presentaciones políticas de entretenimiento masivo sorteando motos y autos no fuera suficiente, todavía faltaban el resultado de las encuestas. “Empresarios, profesionales, consumidores del segmento ABC y medios de comunicación repetían: no hay gestión”, confesaba el documento. Pero esa triste realidad se había manifestado negativamente de manera psicológica en la coalición kirchnerista provincial. “Esta situación repercutía en el ánimo de los ministros y funcionarios de primera línea que no lograban tampoco motivar a sus equipos”, se explicaba. Pero todavía faltaban los temibles “medios opositores”, entre los que no podía faltar El Tribuno.