Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia indicaron que una nena detenida por la Policía tras un supuesto robo el fin de semana podría haber sido forzada o inducida por un mayor. El caso generó cuestionamientos por el tratamiento que recibió la niña y muestra nuevamente los problemas sociales que existen detrás de los chicos que tienen problemas con la ley.
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Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia indicaron que una nena detenida por la Policía tras un supuesto robo el fin de semana podría haber sido forzada o inducida por un mayor. El caso generó cuestionamientos por el tratamiento que recibió la niña y muestra nuevamente los problemas sociales que existen detrás de los chicos que tienen problemas con la ley.
Una nena de 13 años fue trasladada en una patrulla a la Central de Policía y luego a la Comisaría Primera el sábado, luego de que personal de una tienda de ropa del centro la acusara de llevarse varias prendas.
Después de permanecer unas cinco horas en la dependencia policial, la niña fue derivada a un instituto estatal ubicado en la calle Bolívar por disposición de la jueza de menores Silvia Bustos Rallé.
Recién el lunes salió de ese lugar. Se fue de allí con una tía porque su madre estaba en Jujuy por un problema familiar.
“No es nuestra tarea la investigación judicial, pero creemos que podría haber un adulto que la mandaba a delinquir. La del sábado no era la primera vez”, dijo a El Tribuno el secretario de Derechos Humanos, Pablo Alavila.
De acuerdo con lo que se conoció, la niña pertenece a una familia que vive en 20 de junio, un precario asentamiento ubicado al sudeste de la Capital.
Pablo Alavila aseguró que el área a su cargo se ocuparía de hacer un seguimiento de la situación social, escolar y familiar de la nena.
La niña permaneció hasta el lunes en el denominado Hogar Tránsito, donde se aloja a adolescentes de hasta 18 años que tuvieron problemas con la ley, porque la tía que podía hacerse cargo de ella no tenía documentos que acreditaran el parentesco.
El tratamiento que recibió la niña fue cuestionado por Mariana Leonard, referente de la organización de derechos humanos HIJOS que estaba en el lugar donde la detuvieron.
“La nena fue retenida por la fuerza y alojada durante horas en una comisaría. Nunca recibió contención psicológica. No sé si se ocuparon de buscar a sus padres. Actuaron como si fuera un adulto”, dijo Leonard, que estaba en el negocio cuando acusaron a la niña de robar y la acompañó a la sede policial.
Consultada sobre el tema, la defensora oficial civil Natalia Buira remarcó que los chicos en conflicto con la ley deben ser derivados a asistentes sociales o psicólogos pero que no pueden tener un tratamiento penal porque son inimputables.
Encerrar a un chico debería ser una alternativa solo para casos graves según la Convención Internacional de los Derechos del Niño, con rango constitucional en el país.