En su descargo, más que en rebatir la prueba contenida en el informe de El Tribuno, el ministro Carlos Parodi se empeñó en desacreditar al equipo de investigaciones periodísticas del diario.
Como coordinador de ese equipo, que integran también Jimena Granados, Pablo Juárez y Robustiano Pinedo, que me siento en el deber de responder a algunas manifestaciones agraviantes del funcionario.
Parodi sostuvo que se le negó el derecho a réplica, lo que no responde a la verdad, ya que se lo invitó a aclarar, en una entrevista previa a la publicación del informe, las dudas existentes sobre sus declaraciones juradas. Los llamados a su oficina de prensa quedaron registrados el viernes y sábado.
El ministro sigue invitado, ahora públicamente, a aclarar dudas sobre sus declaraciones juradas y la curiosa actualización que introdujo, según dijo, el pasado 10 de junio.
Las declaraciones que incluyó el informe habían sido obtenidas en la Escribanía de Gobierno cinco días antes del llamativo blanqueo de bienes y derechos accionarios omitidos desde hacía largo tiempo.
Bajo las reglas imperantes para poder acceder a las declaraciones juradas, sin dudas, los funcionarios estarán siempre varios pasos adelante de la prensa. Aún así el sol no se puede tapar con un dedo.
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En su descargo, más que en rebatir la prueba contenida en el informe de El Tribuno, el ministro Carlos Parodi se empeñó en desacreditar al equipo de investigaciones periodísticas del diario.
Como coordinador de ese equipo, que integran también Jimena Granados, Pablo Juárez y Robustiano Pinedo, que me siento en el deber de responder a algunas manifestaciones agraviantes del funcionario.
Parodi sostuvo que se le negó el derecho a réplica, lo que no responde a la verdad, ya que se lo invitó a aclarar, en una entrevista previa a la publicación del informe, las dudas existentes sobre sus declaraciones juradas. Los llamados a su oficina de prensa quedaron registrados el viernes y sábado.
El ministro sigue invitado, ahora públicamente, a aclarar dudas sobre sus declaraciones juradas y la curiosa actualización que introdujo, según dijo, el pasado 10 de junio.
Las declaraciones que incluyó el informe habían sido obtenidas en la Escribanía de Gobierno cinco días antes del llamativo blanqueo de bienes y derechos accionarios omitidos desde hacía largo tiempo.
Bajo las reglas imperantes para poder acceder a las declaraciones juradas, sin dudas, los funcionarios estarán siempre varios pasos adelante de la prensa. Aún así el sol no se puede tapar con un dedo.