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La noche se prestó, el clima ayudó y el Martearena explotó, con un equipo de Carlos Bianchi que se llevó la Copa en juego ante la Selección local. Cerca de veinte mil almas, colmaron el estadio Mundialista de punta a punta y disfrutaron de un triunfo ajustado del xeneize y de paso reabrieron el debate para saber cuál es el más popular en Salta: ¿Boca o River?
La ovación más grande de la noche, fue sin lugar a dudas para Juan Román Riquelme. La gente no se cansó de mimar al enganche boquense y hasta en los tiros de esquina corearon el ya popular: “Rique... Rique...”. En tanto, Carlos Bianchi, Agustín Orión, el Cata Díaz también tuvieron su reconocimiento.
Luego del triunfo, los fanáticos de la azul y oro se quedaron en el estadio hasta que se retiró el micro con los jugadores y por lo menos se llevaron un saludo.
Si bien hubo algunos infiltrados de la tercera línea de “la 12”, todo se desarrolló con total normalidad y la noche terminó en una fiesta con un público salteño que alentó sin parar.
Desde temprano se montó un riguroso operativo de seguridad que tuvo un saldo positivo sin detenidos ni demorados.
El hincha de Boca se fue con las ganas de gritar más goles pero de todos modos se deleitó con la presencia de varias figuras que estuvieron ayer en suelo salteño.
La filial
Hinchas de Boca de la filial Salta le pusieron calor y ritmo a la noche del Martearena con bombos y platillos. También llegaron simpatizantes desde Buenos Aires, hubo banderas de Almagro, La Plata y Budge.
Arrancó con un desgarro
Para ver en acción a Fernando Gago los hinchas de Boca van a tener que esperar un poco más porque, tras su presentación y su primer entrenamiento, se supo ayer que el mediocampista aún se está recuperando de un desgarro y tiene para 15 días más, por lo que el debut ante Belgrano de Córdoba, el 7 de agosto, seguro que lo verá desde afuera. Si bien el jugador desmintió vía Twitter que estaba lesionado, lo cierto es que ayer trabajó con los kinesiólogos del club buscando su mejor forma física tras seis meses complicados. La lesión es un edema en la misma zona que lo tuvo a maltraer en Vélez, durante los seis meses que estuvo en Liniers. El semestre pasado Gago apenas pudo disputar diez partidos (entre campeonato local, Libertadores y dos con la Selección).
“Encima que tuve muchas, me inventan lesiones. Estoy trabajando normal, de a poco para no arriesgarme”, dijo ayer el volante, que no pudo hacer la pretemporada, como sus compañeros, y hasta que agarre el ritmo pasarán varias jornadas.