Una gravísima denuncia realizó el cura Rubén Gutiérrez, de la Iglesia Asunción al Cielo, de Hipólito Yrigoyen, quien señaló por Radio A de Orán, que en “el cruce de Pichanal se puede conseguir fácilmente armas de guerra”.
Según los vecinos la venta libre de armas ocurre en el cruce de Rutas 34 y 50, donde funciona una estación de servicio. Estos relataron que la actividad se realiza a la vista de todos, y sin control de ningún tipo de fuerza de seguridad.
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Una gravísima denuncia realizó el cura Rubén Gutiérrez, de la Iglesia Asunción al Cielo, de Hipólito Yrigoyen, quien señaló por Radio A de Orán, que en “el cruce de Pichanal se puede conseguir fácilmente armas de guerra”.
Según los vecinos la venta libre de armas ocurre en el cruce de Rutas 34 y 50, donde funciona una estación de servicio. Estos relataron que la actividad se realiza a la vista de todos, y sin control de ningún tipo de fuerza de seguridad.
Los vecinos están preocupados por esta situación y lo hicieron saber a través de la radio, el cura párroco que esperaba en línea para una entrevista por los festejos patronales del pueblo, escuchó a hablar de la situación crítica que vive el norte provincial con los constantes hechos delictivos. Gutiérrez intervino y dejó su opinión sobre el tema. “Tengo datos de que en el cruce de Pichanal, hasta armas de guerra se consiguen”, señaló.
Las palabras del párroco encajaron coincidentemente con los dichos de los vecinos, dejado en evidencia que hasta los sacerdotes conocen la situación que las fuerzas de seguridad aparentemente ignoran.
El cura Gutiérrez señaló que la única manera de combatir la vulneración que vive el norte de la provincia, es “uniendo esfuerzos entre las fuerzas vivas y la comunidad toda en búsqueda de soluciones. No podemos ceder a las estrategias de los delincuentes, ni dejar que nos intimiden. Ellos son los que deberían tenernos miedo”, opinó.
El trabajo parroquial que lleva adelante el sacerdote también busca desde su lugar atender a jóvenes en situación de calle y de riesgo. Los incluye en las actividades parroquiales a través de un grupo juvenil, con el esfuerzo que trae combatir las drogas y los hechos vandálicos.
Sin ir más lejos, durante el fin de semana, mientras los jóvenes adornaban el templo para la novena y fiestas patronales, una barra de chicos ajenos a la parroquia se arrimado a insultos y a lanzar pedradas, terminando todo en una gresca con fuerte intervención policial. Respecto a esto, Gutiérrez dijo que se vio obligado a denunciar hechos y situaciones relacionadas con las drogas y la delincuencia, y a cambio recibió llamados extraños a su teléfono y le tocó vivir episodios particulares en torno a la iglesia. “Cuando vos le jodés el negocio a alguien, entonces se molestan y arremeten contra vos”, señaló.
Fuente: Radio A de Orán