Marcela Alvarez dice que siente que vive en un “submundo” cuando llega a su vivienda en El Huaico. “Uno amplía la casa para que quede cómoda, pero llega de trabajar y no puede darse una ducha, y lo peor es que no podés entrar al baño porque no se carga ni la mochila. Es desesperante no poder bañar a tu hijo, si no tenés agua guardada en botellas. Cuando sale agua, es solo un hilo”.
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Marcela Alvarez dice que siente que vive en un “submundo” cuando llega a su vivienda en El Huaico. “Uno amplía la casa para que quede cómoda, pero llega de trabajar y no puede darse una ducha, y lo peor es que no podés entrar al baño porque no se carga ni la mochila. Es desesperante no poder bañar a tu hijo, si no tenés agua guardada en botellas. Cuando sale agua, es solo un hilo”.
Gabriela Gimeno está muy enojada con el 0800 de Aguas del Norte. “Llamás y te atienden personas que parecen discos rayados: "El servicio se restablecerá en horario a confirmar', dicen siempre. Y pasan los días y uno ya espera que te confirmen una fecha, más que un horario, porque el problema no se soluciona. Es muy angustiante no tener agua”.
Micaela Romano se queja porque “cada vez hay más gente en este barrio y se nota que no hay servicio para todos. Quisiera saber si Aguas del Norte me va a reponer el lavarropas cuando se funda, porque el otro día volví de trabajar a la noche y estaba andando al rojo vivo sin agua. No invierten”. En Línea Directa de El Tribuno, a raíz de estos llamados, quedó claro que quien paga por el servicio de agua potable da por hecho que abrirá cualquier canilla y brotará líquido limpio y fresco. También que estas familias no reclaman para hacer uso abusivo del agua potable como riego de jardines o calles pavimentadas, llenado de piletas, lavado de veredas y automóviles. Sino porque no pueden higienizarse o cocinar. Hasta encuentran en los medios una denominación para los cortes y baja de presión que padecen: “Afectación extraordinaria”. Y los enervan las razones y argumentos que Aguas del Norte les proporciona a través de su número de atención al usuario: el 0800 8888 2482.
Consultada por El Tribuno, la empresa respondió por e-mail que a principios de esta semana se produjo una afectación en el servicio de agua potable debido a la merma de caudal en el pozo Escuela de Cadetes, que abastece a los barrios El Huaico y Mirasoles. Según ellos, detectaron fallas en el equipo de impulsión y del tablero de comando. Por este motivo, procedieron al cambio de bomba y reparación de tablero. “Estas tareas -por sus características- demandan, lamentablemente, varias jornadas, por lo que personal técnico trabajó hasta la madrugada de hoy (por el jueves pasado) para resolver el problema. De esta manera, se logró la normalización del servicio de agua potable a las 5 de hoy. Durante la afectación del servicio se activó el sistema alternativo de reparto de agua en camiones cisterna, para minimizar las dificultades ocasionadas a nuestros usuarios”, manifestaron.
Sin embargo, vecinos de Parque General Belgrano, El Huaico, Ciudad del Milagro y Castañares, entre otros barrios, aseguran que el problema del agua es crónico en la zona norte y excede los plazos que demanda una obra de reparación.
Mientras se llama la atención sobre la importante sequía registrada en el norte argentino y se pide a la comunidad que colabore con el uso responsable del agua, los usuarios se preguntan cuándo se optimizará el servicio para todos con la ejecución de nuevas fuentes y cañerías distribuidoras que les permitan disfrutar de una presión óptima sin cortes sorpresivos y prolongados.
Una cuestión de inversiones
La deficiente provisión del servicio por parte de Aguas del Norte afecta a decenas de usuarios de la ciudad de Salta. Hace pocos meses fueron perjudicados de manera simultánea alrededor de 70 barrios capitalinos. Los cortes de agua y los desbordes de las cloacas son constantes, al igual que los reclamos. La deficiencia que caracteriza la prestación encuentra su raíz en el retraso en las inversiones, que no se corresponden con el crecimiento poblacional. Es importante considerar que las inversiones en agua corriente y alcantarillado disminuyeron. En 2007 la inversión en ese concepto llegaba a los $59.339.900, el 1,85% del gasto total. Mientras que para 2013, el monto para ese ítem fue de $60.904.637. Aunque teniendo en cuenta la inflación, a precios de 2007 sería de solo $24.080.057.
Los que viven en medio de líquidos cloacales
Esta semana vecinos de las manzanas 1 a 10 de Villa Asunción denunciaron que Aguas del Norte, para evitar que se rebasen las cámaras sépticas cuando usan el baño y que el líquido cloacal emerja desde los inodoros hacia el interior de las casas, hizo zanjas desde las bocas de tormenta para derivar las aguas servidas hacia el canal Oeste.
Además, dijeron que para impedir que el problema se agrave les suelen cortar el servicio de agua potable desde las 17 de un día hasta las 7 de la jornada siguiente. Los afectados hicieron hincapié en que padecen este problema hace más de tres años. Solicitan a Aguas del Norte, empresa a la que han presentado más de 2.000 notas de reclamo, que proceda a la revisión y limpieza de las cámaras sépticas. La compañía respondió a El Tribuno, vía correo electrónico, que “se reiniciaron los trabajos principales de excavación e instalación de las nuevas cañerías del nexo aliviador en Villa Asunción. La obra comprende la colocación de 500 metros de cañería de 315 mm de PVC, que llevará solución a los vecinos de Villa Asunción, principalmente, además de otros barrios de la zona oeste alta de la ciudad de Salta, como San Silvestre, San Isidro, Los Olivos, etc.”.
Al cierre de esta edición llamó Ana María Vargas, vecina de Villa Belgrano que vive entre Las Heras y Juramento. Ella, entre lágrimas, contó que vive hace dos meses con la cloaca de su casa trancada. Agregó que si bien concurrió una patrulla de Aguas del Norte hace 5 días, en su intento por destrancarla hizo aflorar el contenido de la cámara séptica a la calle. Desde entonces llamó 22 veces al 0800. “Es impresionante el olor en la cuadra. Me dicen: ‘Ya va la cuadrilla, ya va la cuadrilla’ y me domina la impotencia porque no soy nadie. Si fuera una Fleming o Cornejo...”, la mentó.